martes, 18 de septiembre de 2018

Cosas que dice Norah - septiembre '18

Cenando el otro día:
"Mamá, por qué el mundo va cambiando de dinosaurios a los prehistóricos,  y luego de prehistóricos a los seres humanos normales?" Le expliqué la teoría de la evolución de Darwin además de algo de epigenética (al final Lamarck también tenía razón).
Después hablamos sobre los meteoritos, que si eran grandes, pequeños o medianos.
"¿Y si ahora cae un meteorito y se acaban los humanos? Qué suerte, ya no habría que trabajar", riéndose. Le digo que no, pero que estaríamos todos muertos, y que tampoco haríamos ninguna otra cosa. "Oh, bueno, si cae en África y ya está." Le digo que pobres africanos, que mejor en América que es donde en las películas siempre saben como arreglarlo - menos ahora que está Donald Trump.

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En casa de Juan y Kris, que es un poco pequeña: "¿Y dónde tendéis la ropa aquí?".

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En la planta -1 de un edificio, mientras hace pis: "Los que van en silla de ruedas tienen que ir en ascensor. Pero, ¿en sus casas cómo cambian de piso?".

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Norah mandando un mensaje a su padre por WhatsApp. No consige hacer algo y me dice "Este móvil es un poco malo". Le digo que cuando mamá y papá eran pequeños no había ni móviles ni internet.Y me dice: "Claro, vivíais en el mundo de los unicornios. Los unicornios no tienen móviles ni quieren nada con electricidad. Ahí vivíais vosotros."

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Volviendo de la feria de las fiestas nos cruzábamos muchos adolescentes. Nos susurra a David y a mí: "He visto a dos chicas desnudas. Eso está mal, van a coger frío en la barriga." (Iban con tops que parecían sujetadores.) Papá aprovechó para sacarle la promesa de que ella nunca saldría de casa con esa guisa. (Ya veremos en 10 años...)

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Hablando de cuñados cenando en el Buda, tras pensar un rato después de explicarlo lo que es un cuñado: "Así que si yo no tengo hermanos, tampoco tendré cuñados". Le dije que no, pero que tener un hermano o hermana tampoco era garantía de tener cuñado. Dice "Claro, porque hay gente que no tiene novio ni novia".

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Esta mañana me dice que no quiere jugar en el camino al cole (normalmente jugamos a cosillas divertidas como Willy Fogg, los Muumi, Pippi Calzaslargas últimamente, el Pájaro y la Bruja de El Bosco, ...). Que quiere que hablemos sobre un tema: que todas sus amigas del cole, y los amigos también, "sólo quieren hablar de casarse". Y las niñas además de cosas de "princesas". Eso a ella no le gusta.
Le pregunto si en realidad ella y sus amigos saben qué es casarse. Dice que sí, que haces una boda. Le pregunto que qué viene después. "Pues después ya nada. Luego ya no quieres hacer nada y te vuelves viejo. Menos mal que papá y tú no os habéis casado. Porque si os casarais ya os podríais separar y entonces yo no tendría familia ni nada. Y nos iríamos de vacaciones por separado y no nos encontraríamos. Y así no os hacéis viejos." 
Y me cuenta que 4 niños de su clase se quieren casar con ella. Y le pregunto que de qué cosas preferiría hablar ella. Y me dice: "Cogemos unas tiendas de campaña, tus hermanos con su caravana nos llevan al bosque en una isla, y allí vivimos padre, madre e hija como una familia feliz. Y sobrevivimos bebiendo zumo de arándanos natural sin azúcar, comiendo setas y peces. Y cogemos una piedra de pizarra y allí dibujamos con una piedra que es como una tiza. Y nos podemos quedar el tiempo que quedamos y a Ana le digo que he estado de vacaciones con mi padre y mi madre."

Ya un día viendo Eurovisión, la canción de España de este año (una pareja melosa), dijo: "Que no se den un beso que si no me da asco".

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Otro día, hace varios meses, yo contándole algún problema del trabajo: "Mamá, lo que tienes que hacer es jubilarte".

sábado, 24 de marzo de 2018

5 años

Norah ya es bastante consciente del paso del tiempo desde hace eso, tiempo. En el calendario de la cocina le gusta poner pegatinas en los días del mes en los que haya algún evento destacable.
Este año ya desde que acabó Navidad ha estado entusiasmada por su cumpleaños. Literalmente contaba los días que faltaban desde que eran 48... es decir, desde principios de febrero. Cuanto más se acercaba, más entusiasmada se iba mostrando.
Y es que para ella cumplir 5 años es como algo de "supermayor". No tanto como 8 o 10 (con esa edad considera que podrá irse a trabajar a la NASA o la ESA para ir a plantar las banderas de Finlandia y España a la luna), pero de bastante mayor, de todos modos. 
Es verdad que ha crecido rapidísimo. Cuando era bebé, leí una frase: "Los días se hacen largos y los años cortos". Así es: los 5 años de Norah han llegado con una rapidez pasmosa. Con 5 años ya definitivamente no es un bebé. No es que con 4 lo fuera, pero es cierto que aún tomó biberón un par de meses después de cumplir los 4. Con 5 años tiene una sabiduría sincera que en ocasiones te deja patidifuso y sin saber qué decir. 
Con 5 años ya prácticamente sabe leer y escribir, aunque prefiere que el cuento se lo contemos o mamá o papá. Sabe bailar mejor que yo o su padre en cualquier momento de nuestra vida. Tiene una memoría prodigiosa para muchísimas cosas, como las letras de las canciones (con un par de escuchas se le queda). Lo mismo te pide que le pongas a Vivaldi o a Mozart como a Pablo Alborán (porque tiene una canción donde se nombran los planetas). Es una negociadora espléndida en cualquier tema y es difícil vencerla en este terreno en algunas ocasiones. 
Además su sentido de la justicia es muy fuerte y ya le está saliendo la vena de la lucha por lo que considero que está mal: tanto puede decir que hay que escribir a los políticos y mandar a la policía para que los detengan porque no arreglan la desigualdad y la pobreza, como considera que Trump y Putin son los megamalos y los culpables del cambio climático; igualmente puede proponer que salgamos a reclutar a sus amigos y las familias de éstos para defender a los animales que están extinguiendo, como que por la noche cojamos un camioncito pequeño de 3 plazas su padre, ella y yo para robar todo el azúcar de las tiendas y reciclarlo en algo que sea útil y no dañino.
No solo sabe bailar, claro. También compone poesías improvisando al vuelo, y pinta y dibuja con una expresividad y destreza que desde luego son superiores a las mías. 
Lo que más le gusta es pasar tiempo en familia, si puede ser, viajando al pueblo, o a ver a la abuela y al primito, o de vacaciones en avión con mamá y papá.
En ocasiones aún da alguna muestra de cierto mal genio como las rabietas de la fase de rabietas, pero con bastante mejor desenlace y autorregulación. Incluso se ha montado su propio rincón de la tranquilidad en la salita con unas pegatinas de piedras apiladas, bambús y flores y un buda sentado. Ella misma se sienta con los ojos cerrados a respirar un rato cuando considera que le viene bien. 
Es una niña que, cuando le preguntas "¿Quién te quiere?" dice que "Yo" (además de mamá, papá, los abuelos, las tías). Si más gente en el mundo se quisiera a sí misma de verdad, mejor estaríamos. 
Norah es sabiduría y amor concentrados en una niña perfecta de 5 años. 
Feliz cumpleaños.

lunes, 5 de febrero de 2018

Mamuts

Esta mañana, Norah me ha señalado un animal de los que pintó en su bolsa de la biblioteca viajera. Le sigo "Sí, un elefante". Me dice que no, que es un mamut. Le digo "Ah, es verdad... Pobres mamuts, que se extinguieron por culpa de los humanos". Entonces, ella frunció el ceño muy enfadada, y sus ojos se llenaron de lágrimas contenidas. Le pregunté si estaba triste o enfadada y me dijo que sí, que las dos cosas. Le expliqué que otros animales también se extinguen por culpa de la contaminación y, sobre todo, alguna gente mala.  Seguía muy enfadada, con ganas de llorar de rabia y enfado y tristeza. Yo le dije que lo importante era cuidar del medio ambiente e intentar cambiar el mundo para que fuera un lugar mejor.
Entonces me dijo: "Vamos a ir cada niño con sus papás a casa de un malo cada uno, y les vamos a decir que eso no se hace." Le dije que era una buena idea, que lo podríamos pensar. Y me dijo: "Vamos a empezar esta misma tarde."

Anoche Norah me decía... "quiero un hámster" (estamos viendo Willy Fogg y sale Tico que le hace mucha gracia). En realidad ella quiere un gato (a veces dice "cuando yo tenga un gato" y me mira con cara de esperanza...). En realidad me da mucha penilla que no pueda tener una mascota, pero logísticamente sería complejo y en realidad prefiero (yo) que aprenda que los animales no tendrían por qué estar enjaulados (los gatos no es el caso pero bueno...). 

domingo, 24 de diciembre de 2017

Cosas que dice Norah VI

Norah todos los días dice muchas cosas que serían para apuntarlas, pero claro, no se puede apuntar todo... En estos últimos meses tengo anotadas las siguientes:

-David y yo teníamos una estancia en un hotel con spa pendiente de un regalo de Navidad. Cuando hablábamos un día sobre que teníamos que reservarlo (sin incluirla a ella en la conversación) comenzó a hacernos la pelota: "papá eres guapísimo", "mamá eres guapísima", "os quiero mucho", "ay mi papá cómo te quiero!" (mientras le acariciaba la cabeza). Nosotros no nos dábamos por aludidos y esto se repitió en un par de veces. La última vez que hablamos del tema ya dijo con claridad: "¿Cuándo vamos a ir al hotel con spat (sic)?". Nos dijo que teníamos que ir todos porque somos una familia... A todo esto otro día, dándonos todos un abrazo, decía "Los abrazos en familia son los mejores".

-Un día volviendo a la Escuela de Música me decía "Ya soy mayor y quiero un ordenador de verdad" (con sus 4 años recién cumplidos).

-En el colegio de Norah siempre ponen una canción por las mañanas a la entrada. Suele ser la misma canción durante una semana. Un día de primavera pusieron la de "Pintarse la cara" que fue la de la despedida de la EI, que tenía su coreografía asociada y todo. Su reacción fue taparse los oídos, luego se quedó como ausente, con los ojos vidriosos, mirando al infinito; casi pensé que estaba teniendo una crisis de ausencia. Luego se me abrazó muy emocionada durante muchísimo tiempo. Se despidió de mí con lágrimas en los ojos. 

-Un día yendo en el coche: "Si los humanos fuéramos todos iguales seríamos robots". Me pareció una honda reflexión que en estos tiempos de gente zombificada por los móviles quizá no se aleja mucho de la realidad.

-El año pasado nos escuchaba hablar sobre Donald Trump y Putin. Preguntaba: "¿Por qué Donald Trump es malo si es un pato de color naranja?" (lo confundía con el pato Donald y supongo que lo del color es obvio...). A todo esto lo unió con que "El Pato Donald detesta las habichuelas" (lo alucinante es el vocablo "detesta" en una nena de 4 años). Acto seguido pasaba a preguntarme "¿Por qué cada cosa tiene un color?" y yo le expliqué el tema del espectro de la luz visible.

-Al respecto del vocabulario puede decir perfectamente como me dijo un día "Estoy furiosa".

-Una vez hablábamos algo de un niño que no sé qué le había pasado. Y uno de nosotros le dijo que ese niño era un poco payasete. Ella contestó "No, es torpe".

-Una noche viendo la luna: "La luna está muy rara. Se ve el otro lado. Mis ojos alucinan".

-Conversación de camino al colegio: "Mamá, ¿qué pasaría si no hubiera pájaros?". Le contesté que habría demasiadas moscas y mosquitos y que no se dispersarían las semillas de las plantas. "Pobre mundo. Qué triste estaría el mundo si no hubiera pájaros" fue su respuesta.

-Volviendo del colegio otro día quería ir a una tienda de los chinos: "Vamos a comprar cosas para hacer la fiesta de los dinosaurios y del trabajo de papá". "No podemos comprar cosas todo el rato" le dije. Ella me preguntó que por qué y le dije aquello de que el dinero no crece en los árboles. Respuesta de mi hija: "Ay mamá, claro, lo sacas del sitio de donde sale el dinero" (cajero automático). "Ya pero para que pueda sacar dinero tengo que trabajar" a lo que me contestó: "pues trabaja". "Pero entonces no puedo estar contigo" le comenté. "No pasa nada mamá, no me pongo triste mientras tú estás trabajando". 

-A todo esto, otro día, cuando decía que no me apetecía ir a trabajar, me hizo una nota manuscrita donde ponía "No pasa nada por ir a trabajar porque tienes que ganar dinerito". También me hizo un dibujo de nosotras jugando en el parque.

-Al ver una foto de su padre de hace 4 años: "Papá no tiene la misma cara... pero es por la luz".

-"No existen los fantasmas, las brujas ni los monstruos. Sólo en los cuentos y cuando nos disfrazamos".

-Un día me reclamaba para jugar o alguna cosa y le dije que se esperara 2 minutos porque tenía que hacer algo como cambiarme de ropa o lo que fuera... ella murmuró "Nunca son dos minutos".

-En una ocasión en la Escuela de Música un niño le dio un caramelo con un dibujo de un zombi y me empezó a preguntar cosas sobre los zombis (por supuesto no se comió el caramelo porque no era saludable). Le expliqué un poco lo que eran los zombis. "¿Por qué los zombis son malos y tienen hambre? ¿Por qué están calvos y no tienen ojos? ¿Por qué no existen si dices que antes eran humanos?". 

-Una vez la fuente del parque de enfrente no funcionaba y exclamó: "La fuente está rota. Hay que llamar al ayuntamiento".

-Comiendo en la cocina los tres juntos: "Estamos aquí tan a gusto comiendo toda la familia. Somos todos muy guapos". Otras cosas que dice: "a mí lo que me gusta es el amor".

-Un amiguito del colegio la había disgustado y ella lo contaba así: "G. me ha dicho que iba a aplasar mi casa. Le he dicho que eso no me gustaba". En general se muestra bastante asertiva cuando se tiene que defender al menos verbalmente.

-Estábamos en una barbacoa en la casa de campo de unos amigos con muchos niños y nos marchábamos. "Bueno, adiós, que nos vamos a casa".

-En Borgo Valsugana: "Pero mami, ¿por qué le gusta hacer tantas fotos a mi papá?".

-Recientemente: "Cuando estaba en tu tripa, ¿no sabíais si era chico o chica?". Le expliqué que sí y me pidió explicaciones detalladas sobre cómo se averiguaba eso.

-"Mamá, ¿cuántos años tienes?" a lo que le dije mi edad. "¿Y luego?", pues x+1 le contesté. "Ah, vas a empezar a ser vieja, pero todavía no te vas a morir y vas a vivir un tiempo más". Menos mal que la mayoría de días me dice que soy muy guapa y joven :)

-Una vez me contaba sobre su amigo G. del colegio (a veces dice que se casará con él, otras veces que no, otras veces que se va a ir con él en un cohete al espacio...). Otro día me decía "Para tener un bebé me encuentro un marido andando o por Internet, y para sacar el bebé voy al médico. Y vosotros sois los abuelos. Y me voy al trabajo y los abuelos cuidáis al bebé". En fin... aquí le expliqué que no es necesario casarse para tener hijos y que es conveniente esperar a estudiar, trabajar y tener cierta edad antes de plantearse otras cosas. De momento para ella el tema de las edades es algo bastante relativo así que mi mensaje caló de forma relativa, también.



 

viernes, 28 de julio de 2017

Vacaciones julio/17 – primera parte: Lago di Garda y Südtirol/Trentino-Alto Adagio

Día 1: avión - lago di Garda - Borgo Valsugana

El sábado 1 de julio madrugamos mucho para poder coger el avión de Madrid a Milán a las 7.30 de la mañana. Esto hizo que durmiéramos poco la noche antes. Aun así, Norah se despertó con ganas a las 5 de la mañana, cogió a su mono-oso y comenzó el viaje con entusiasmo. Quiso sentarse al lado de la ventanilla para mirar los paisajes y se pasó el viaje viendo una película en la tablet de su papá (creo que fue Zootrópolis).

Esta vez nos apañamos con dos trolleys, dos mochilas y una maleta grande, que fue la que nos tuvo esperando 1 hora por ella en Malpensa. Después tocó otra hora de espera por el coche, un Fiat 500X; Norah un par de días más tarde afirmaba que “¡en este país hay muchos Fiat!”. Inicialmente nos dirigimos por la autopista hacia el Lago di Garda. En primer lugar visitamos Sirmione, una pequeña ciudad en la península sureña del lago. Llegamos pasadas las dos y media por lo que la cocina del sitio donde fuimos a comer ya estaba cerrada aunque sí hacían pizzas. Así fue que los tres nos comimos una pizza, incluso yo (como estímulo hormético). La mía era la Lombarda: encima de la masa en lugar de tomate tenía crema de calabaza y el queso era de mozzarella de búfala. Estaba muy rica. La de Norah tenía jamón y piña y David escogió la de 4 quesos.

Luego fuimos a dar una vuelta y como hacía calor, optamos por darnos un paseo en una potente lancha con un capitán local con otros turistas, por 20 euros los 3. Dio un rodeo a toda la península y pudimos disfrutar de las vistas del lago glaciar y las montañas que la rodean. Luego no encontramos ningún sitio para tomar un helado así que cogimos el coche con la intención de bordear la costa oeste del lago de camino a Borgo Valsugana. Pasamos por Peschiera del Garda y Lazise y vimos que la costa estaba demasiado llena de tráfico y pueblos como para llegar hasta Riva del Garda.

Paramos entonces en Bardolino, un pueblo con un bonito centro medieval. Allí cayeron los primeros helado de Italia. Estando en Italia decidí comer algún helado. Escogí uno con regaliz, mango y frambuesa. Norah se comió un helado de palo de fresa y David pidió solo un sabor. Luego fuimos dando un paseo hasta la playa. Norah se comía el helado, manchándose toda la cara mientras su padre le hacía vídeo. Llegó un momento en el que Norah ya se cansó un poco: “¡Deja ya de grabarme!”. Antes de marcharnos David se pidió un segundo helado, de higos con ricotta y otro sabor. Aquí los helados costaban euro y pico por sabor.

Comenzó a llover por lo que paramos a comprar leche y fruta y tiramos hacia Borgo Valsugana, un pequeño pueblo en el valle de Valsugana, al oeste de Trento. En esta zona ya se aprecian las montañas entre cuyas laderas se cultivan uvas y manzanas en los fértiles valles. Cuando llegamos al pueblo, casi a las nueve de la noche, éste estaba vacío como los pueblos de Finlandia. Nos acomodamos en el hotel cansadísimos y caímos inconscientes más que dormidos.

Día 2 - Borgo Valsugana- La Rocchetta - Val di Sella

El hotel de Borgo era una antigua finca con habitaciones amplias y luminosas. La sala del desayuno estaba decorada con gusto. Había pastelería, pan, embutido, yogures, algo de fruta y café. Después de desayunar nos dimos un paseo por el pueblo, por el que transcurre el Río Brenta que va a parar al Lago di Caldonazzo, cerca de Trento y a otro lago más pequeño, el Lago de Lévico. Norah estaba entusiasmada con las callejuelas y los pasadizos del lugar: “Mira, un túnel misterioso mágico supersecreto”, decía en alguna ocasión. Desde allí nos dirigimos hacia arriba por una carretera estrecha de montaña siguiendo indicaciones de Google para subir a La Rocchetta, un punto de observación en la montaña, a 700 metros de altura sobre el nivel del mar. Está enfrente del monte Ciolino (donde está el castillo local) y se ha utilizado siempre como apostadero y observatorio en las guerras, tanto por italianos como austríacos. Cerca tiene cuevas donde se podían refugiar y guardar provisiones.

Después bajamos por una carretera mejor aunque con muchas curvas y nos detuvimos a comer – temprano para España pero a una hora adecuada para Italia – en la Osteria Caraco. Norah comió ñoquis, David un plato de embutido y yo pedí salmón ahumado con hinojo y un vino tinto local muy rico con matices de frutos del bosque. A nuestro alrededor se extendían valles y montañas y la temperatura era muy agradable. No hacía ni frío ni calor y el sol salía a ratos de entre las escasas nubes que filtraban su luz. David y Norah comieron postre y yo tomé un café, y en esto llegaron Alessandro y su familia Manuela, Carlota y Camila, además de los perros: el bulldog francés Bobinsky – Bobo, el bulldog inglés Luis y la golden Joy. Bobo, a pesar de ser el más pequeño, es el jefe de la manada. Con ellos nos encaminamos al Val di Sella, con obras de arte en plena naturaleza, formando parte de ésta y fusionándose con ella. Algunas de las obras recordaban a los diseños de las viviendas de los monstruos de la película “Donde viven los monstruos”, aunque no fueran del mismo autor (aunque seguramente sí se inspiraran los de la película en su obra).

Caminamos por un amplio sendero en un bonito bosque con las obras de arte flanqueando el camino que picaba hacia arriba. Norah iba tan contenta paseando a Bobo. Llegó un momento en el que los dos bulldogs no podían más y se quedaron atrás. Más tarde fue Norah la que se subió a hombros de su padre hasta quedarse profundamente dormida. Después fuimos a tomarnos un refrigerio a casa de Alessandro, donde Norah hizo amistad con un gran gato llamado Romeo. La cena con nuestros anfitriones fue en un lugar en el Lago di Lévico, donde Norah y David comieron pizza y yo una tabla de pizarra con tartar de 3 pescados diferentes aromatizados de forma fina y con alguna baya. De postre Norah y yo compartimos un helado de yogur con un montón de bayas naturales. Como cenando refrescaba bastante nos dieron unas mantas para calentarnos mientras cenábamos.

Día 3: Trento - Lago Molveno - Laives

El lunes era día de movernos por lo que recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a Trento. Visitamos el casco antiguo con su catedral y comimos en una especie de cervecería llamada Frost; salchicha para Norah, gulash y polenta para David, además de setas compartidas y yo un pescado blanco. Esto nos costó unos 55 euros. Nos tomamos un helado de postre de una heladería cercana. No estaba mal pero no fue de los más memorables del viaje. Cuando terminamos de ver Trento cogimos una carretera hacia las montañas para ir a ver el Lago Molveno, uno de tantos lagos glaciares de esta zona. En 2014 le dieron el premio al “lago più bello d'Italia” y sin duda es hermoso; es el segundo lago más grande de la zona de Trentino-Alto Adagio. Norah y yo remojamos nuestras piernas en sus aguas de 14ºC (no había nadie dándose un baño completo). Después nos subimos en el funicular para ir a admirar las vistas desde arriba. Tuvimos unos bonitos momentos de mindfulness en familia antes de bajar y seguir nuestro camino. Hicimos un alto en el pueblo de Andalo, a 1040 msnm y con solo 1010 habitantes fijos. Es un pueblo alpino que se ve que vive del esquí en invierno y de los excursionistas en verano. Compramos un imán en una tienda de souvenirs donde la dependienta se ilusionó mucho al darse cuenta de nuestra procedencia (aunque le aclaré que yo soy finlandesa). Ella era una chica española de un pueblo de Toledo que trabaja allí en verano (su novio es de ese pueblo) y decía que éramos los primeros españoles que veía allí.

Las carreteras de montaña nos devolvieron de bajada hasta el valle del Adagio y hacia nuestro hotel en Laives, un pequeño pueblo al sureste de Bolzano. David conocía el hotel por sus estancias previas allí por algún viaje de trabajo. Tiene un área de sauna y piscina bastante apañada. Así fue que, aunque llegamos un poco tarde, aún nos dio tiempo de ir a ambos sitios, aunque a Norah le gusta solo la piscina (le falta la costumbre desde pequeñita de ir a la sauna).

Esa noche, como todas las del viaje por otro lado (o casi todas, que hubo dos noches, una en Italia y otra en Finlandia, que hacía mucho calor y Norah durmió mal – y nosotros también de forma secundaria), dormimos mucho y muy a gusto. 

Día 4 - Bolzano - Lago di Carezza

A la mañana siguiente tras el desayuno (y de jugar en la sala de juegos en un minirocódromo y un panel de pulsados de colores) nos dirigimos a Bolzano. Hacía calor. Dejamos el coche en el parking de un castillo que solo vimos por fuera. Después paseamos hasta el museo de Ötzi. Norah tenía muchas ganas de verlo y la verdad es que lo disfrutó mucho. Todos aprendimos bastante de las cosas de Ötzi, de cómo vivía, de cómo murió. Era muy apañado, la verdad. Hoy en día la mayoría de los seres humanos no podría sobrevivir en las condiciones en las que lo hacía él y sus coetáneos, porque hemos adaptado tanto el medio a nuestra conveniencia que seríamos incapaces de adaptarnos a él.

Tras la visita al museo fuimos a comer a una especie de taberna germanoparlante. Norah quiso pasta, David pidió carne y yo me comí un cacho de salmón con hinojo. Ah, además tomamos ensalda de rúcula. Norah se quedó dormida en cuanto comió un poco, sentada en su sitio. Impresionante. La despertamos tras el café (por cierto, nuestro camarero se parecía a Bruno Mars) y nos fuimos a pasear: vimos las calles del centro, la catedral, y comimos algún helado. Aparte compramos algo de fruta para la noche. Por la tarde abandonamos Bolzano para ir al lago di Carezza. Nos lo había recomendado la chica de Andalo. Es un lago pequeño de un color turquesa precioso. Está vallado a su alrededor, con senderos para pasear. Si no estuviera vallado supongo que la gente lo llenaría de basura o lo contaminarían. Hay una leyenda sobre el color del lago que leímos de camino hacia allá y que a Norah le gustó mucho. Sale una ninfa, un mago un poco sinvergüenza y una bruja. Nos estretuvimos haciendo fotos, una señora estadounidense nos hizo alguna también (nos habló en castellano porque era profesora en su país, en el estado de Washington). Después de una buena sesión de fotos nos fuimos a dar un paseo por el bosque. Quise hacer una rutilla un pelín más larga y fuimos hasta donde normalmente está el “Lago de enmedio”, aunque en verano desaparece y queda un prado entre las montañas. Allí hicimos un rato de mindfulness, más fotos, escuchamos el silencio... hasta que nos marchamos para coger el coche (donde Norah se durmió de forma irremediable) para ir al hotel para la sesión de sauna y piscina.

Día 5: Merano2000 y Merano

Al día siguiente el plan era ir a ver Merano. Tras ver un poco las montañas el día anterior nos pareció buena idea subir algo más, así que cogimos un funicular y subimos hasta Merano2000. Es una estación de esquí en invierno y en verano tiene juegos para niños (a Norah le encantó la tirolina y unos trampolines), una especie de montaña rusa en una bajada de bobsleigh, y un montón de rutas de senderismo. Aparte de bajar por la montaña rusa (4 euros cada viaje, Norah iba gratis) nos dimos un buen paseo hacia arriba por las montañas. Nos dio el sol y los adultos nos quemamos un poco (Norah no, llevaba sombrero) las frentes y los brazos. Llegó un momento en el que nuestra hija estaba muy cansada pero animándola conseguimos que siguiera caminando e incluso se marcó un sprint para ir hasta el restaurante. Norah comió salchicha, David codillaken y yo huevos en realidad era una crepe) con arándanos rojos. De postre nos pedimos un pastel de trigo sarraceno y arándanos rojos (torta di grano saraceno en italiano o schwartzplententorte en alemán). Le sobraba dulce para mi gusto pero era muy rico. David además se atrevió con un café corretto que llevaba schnapps (el camarero se aseguró 3 veces de que de verdad lo quisiera) que le puso los pelos del cuerpo como escarpias.

Luego nos bajamos de la montaña a ver Merano (donde comimos otro helado y padecimos calor húmedo). Después de las montañas cualquier ciudad es un poco decepcionante). Y de vuelta al hotel para coger fuerzas en la sauna y la piscina.

Todas estas noches cenábamos en el hotel a base de fruta, frutos secos y alguna lata de ensalada y algún queso. Además teníamos leche para Norah. Nos aocstábamos al final tardecillo y estábamos en general reventaicos.

Día 6 - Riva del Garda - Milán

Al día siguiente tocaba recoger equipajes y comenzar nuestro regreso hacia Milán para coger el avión para Finlandia. Norah por la mañana lloraba un poco, decía que se lo había pasado muy ben y que no se quería ir. Se durmió un poco en el coche mientras dejábamos las montañas atrás en nuestro trayecto hasta Riva del Garda. A medio camino paramos en un castillo a la orilla de un lago precioso a tomar un café y escribir algunas postales.

Luego ya en la punta norte del lago di Garda, encajado entre montañas, David y Norah se dieron un refrescante baño. Después comimos donde pudimos (para más tarde descubrir el sitio donde en realidad podríamos haber elegido mejores sitios para comer). Dimos un paseo por Riva, un pueblo precioso, comiendo los últimos helados de Italia. Recuerdo sobre todo el último, de 3 sabores, como quizá uno de los más ricos de todo el viaje (David se comió un total de 6 bolas o plastas, yo 5, y Norah una... en fin, hay personas como ella que no necesitan tanto :p y luego estamos sus padres que para algunas cosas nos cuesta contenernos). En fin, era el último helado del viaje :)

Bajamos hasta Milán por la orilla oeste del lago y llegamos ya anocheciendo. Cuando devolvíamos el coche en el aeropuerto, un enjambre de mosquitos nos atacó y cada uno nos llevamos como 5 ó 6 picadas. Más tarde leí que Milán está infestado de mosquitos!, así que ojo sobre todo en verano.

En nuestro hotel había sauna y piscina pero llegamos tarde. David estaba un poco traumatizado por esto, y Norah le dio una charla larga sobre cómo no debía estar triste. Es más, se recreaba en el disgusto de su padre para darle consejos de forma persistente para sobrellevar la pérdida de la oportunidad de ir a la sauna ese día.

Conclusión


Y esto fue nuestra semanita en Italia. Al día siguiente tocaba dejar el hotel y coger el avión al norte, a Finlandia. Como resumen diría que esta zona de Italia es preciosa. Tiene naturaleza, montañas, buen clima (al menos cuando hemos ido nosotros), tranquilidad. Los paisajes son impresionantes y todo está verde. El lago de Garda sin duda es también un sitio para volver con más calma. En fin, que no es que se pueda andar siempre repitiendo destinos porque si no, no se ven cosas nuevas, pero es una región a la que volvería sobre todo para hacer senderismo.  

domingo, 25 de junio de 2017

Colegio 2016/17

En septiembre del 2017 Norah dio el gran salto de la Escuela Infantil o Guardería al Colegio, aunque fuera en nivel infantil igualmente. 
El primer día que fuimos a conocer a su maestra no estaba muy convencida al principio, pero al poco ya cogió confianza y a día de hoy la quiere muchísimo. Tardó relativamente poco y es que al igual que con su maestra de EI, con la del cole hemos tenido una suerte tremenda. La Maestra tiene una paciencia, un cariño y un saber hacer... habría que ponerle un monumento por controlar, enseñar y querar a 25 criaturas más o menos ruidosas de 3 años, bueno, ahora ya 4. 

La primera semana de colegio había adaptación: el primer día una hora 8 niños, otro día otra hora, otro día dos horas... y así progresivamente hasta llegar a las 4 horas. Posteriormente ya tocaba comedor y extraescolares. Con mi jornada reducida Norah entra al colegio a una hora soportable; tiene algunos compañeros que tienen que entrar a las 7 de la mañana. Cosas de horarios de trabajo.

Ese primer día iba seria, se aguantó el llanto, y allí que se quedó y se fue a mirar un cuento. A la hora, cuando la fui a buscar, salío corriendo, contentísima diciendo que había estando jugando con un montón de amigos. Y desde entonces, cole a diario, con muchos amiguitos, mucho juego y mucho aprendizaje. En el colegio trabajan por proyectos y es muy enriquecedor para los niños y los padres también participamos y aprendemos cosas. 

El primer curso trabajaron primero un cuento, "A qué sabe la luna" y estudiaron al ratón (al animalillo). Después tuvieron un trimestre entero sobre los indios norteamericanos. Esto a mí me gustó mucho porque a mí de pequeña (y no tan pequeña) me fascinaban (de hecho quería ser india de Norteamérica). Ella tenía su nombre indio (Luciérnaga Sentada) y yo el mío (Flor Corazón Sentado) y su papá el suyo (Oso Peludo Sentado... o era Oso Sentado a secas???). El último trimestre era sobre cosas de alimentos, compras de comida,... 

Hicieron alguna que otra excursión: una al teatro para ver algo de unos cerdos. También fueron al zoo donde David tuvo la suerte de poder ir de acompañante. La última excursión fue a la granja donde ¡hasta montaron en burro!

Otra cosa muy chula es que se fomenta la lectura de una forma que estimula a los niños sin agobiarles. A Norah le gustan mucho los libros (de dónde lo habrá heredado... :p). Su cuento de por la noche no hay quien se lo quite, y eso está bien. Es asidua a la biblioteca y cada dos semanas Además tienen la biblioteca viajera. Los libros del año pasado fueron:
1. Algo de un dinosaurio... éste al final le tocó en el sorteo y se lo trajo a casa.
2. A qué sabe la luna (éste se lo compré porque le gustaba mucho).
3. Que viene el lobo (pero el lobo no es malo, sino que le hacen sus amigos animales una fiesta de cumpleaños de sorpresa!).
4. Elmer (un elefante de colores que quiere ser como los demás...).
5. Qué hace el cocodrilo
6. Zorro viene a cenar
7. Cerdo se come al lobo
8. Cómo atrapar una estrella
9. Cómo lavar un mamut lanudo
10. La broma (era sobre un ratón)
11. De éste no me acuerdo ni lo apunté :|
12. No muerdas Dudú (es de un cocodrilo que mordía)
13. Horrible monstruo verde
14. Otro de un monstruo
15. El cocodrilo al que no le gustaba el agua
16. Guille y los monstruos
17. El monstruo, el ratón y yo

En cuanto a extraescolares, Norah iba a Predeporte y a Inglés. En predeporte aprendió las bases de varios deportes. A ella le gustaba mucho el fútbol pero tampoco nos parecía muy sensato limitarla tanto de inicio. Más tarde le ofrecieron apuntarse al equipo de Infantil pero implicaba jugar los sábados y demás así que de momento pasamos. 

En resumen, a Norah le encanta el colegio, la maestra, los amigos, todo lo que aprende... siempre va contenta y en vacaciones o fines de semana incluso llega a decir que quiere ir al cole.

martes, 11 de abril de 2017

Celebración del 4º cumpleaños

Hace un par de semanas Norah cumplió 4 años. Durante estos 4 años ha habido veces que los días pasaban despacio pero visto ahora, los años han pasado muy rápido.
Como no conocemos con detalle a otros niños de su edad, a menudo no sabemos si las cosas que dice y hace Norah son las que tocan por edad o si es "especial"; para nosotros lo es, lógicamente. El contenido de sus conversaciones es fascinante y hace preguntas que a mí ni se me ocurrirían y que a menudo resultan difíciles de responder.
Le gusta muchísimo pintar y lo hace muy bien. Dibuja y pinta personajes y flores. Por mi cumpleaños me regaló un cuadro donde salíamos su papá, ella y yo y es precioso. A su padre le hizo algo más peculiar con una tortuga, y a la abuela también le regaló un cuadro. Lo curioso es que nos pidió de regalo de cumpleaños un cuadro pintado por David y yo: "Que salgamos papá, tú y yo en el parque jugando al pilla-pilla, con los árboles, las flores, el sol, los pájaros y la casa". Y se lo hicimos, aunque yo no pinto nada bien. Se quedó emocionada mirando el cuadro y le gustó mucho. Claro, ella pinta a menudo cosas y nosotros casi nunca.
La semana de su cumpleaños contaba los días que faltaban, uno detrás de otro. Ya sabe distinguir en el calendario de la cocina pefectamente los días y contar los que faltan para un evento determinado que de un tiempo a esta parte señalizamos con pegatinas. En el día de su cumpleaños puso una de un cubo de leche y un huevo, "Porque como no hay pegatinas de tarta y las tartas llevan lácteo y huevo, pues es mi cumpleaños". 
Ese día le tocó ser la cumpleañera de la clase e invitar a los compañeros a desayunar, poniéndose una corona. Por la mañana la llevó David al colegio; empezó a nevar y entusiasmada exclamó: "Mira, el cielo me regala la nieve". De camino al colegio salió al sol: "Mira, sale el sol a felicitarme". Y por supuesto su amigo el perro Golden la saludó y felicitó antes de llegar al cole. Como le dije a David y a quien quisiera escucharme: los adultos necesitamos años de meditación budista zen o mindfulness para vivir el momento así y agradecer las pequeñas y hermosas cosas de la vida. Ojalá nunca pierda esa capacidad de disfrutar de la vida.
Por la noche le dimos su regalo del cuadro, además de unas tijeras de "niña mayor", un juego de palos y bolas magnéticos y un libro sobre el Bosco (pena que esté en alemán... en fin). Y le llegó una tarjeta postal de Aurora con unas pegatinas de los Muumi.  Además quería un dinosaurio que fue a comprar con los abuelos y que se quedó en la salita durante 3 semanas sin abrir. Tiene un aguante y una paciente que ni muchos adultos. Además quería "ropa" (de invierno, a lo que le dije que el invierno se acababa... "No pasa nada mamá, de todas las estaciones entonces"). Su abuela la llevó de compras ese fin de semana. Además Ruut - mummi le hizo una rebeca rosa a mano que le queda muy bien. Además ese fin de semana se le regaló un Twister y unas estrellas y planetas luminosos (tía Raquel y Niko).
Realmente la celebración fue este sábado pasado con una barbacoa en casa a la que vinieron los abuelos, Ruut - mummi, la tía Kris con el tito Juan y la tía Raquel con Niko. Fue ella misma la que dijo que quería barbacoa "para comer maíz, chichi (carne) y salchicha". Además hicimos dos tartas (de las mías, sin azúcar ni harina): una de fresa que decoró ella misma y otra de chocolate con decoración de mandarina (también ella). Ya tenía muchas ganas de abrir los regalos así que recibió el dinosaurio (con entusiasmo "esto sí me gusta!") que es un T. rex de la película Arlo, unas zapatillas de luces, "una selva de montar" que también había pedido (y que estuvo montando un buen rato con tíos y tías), un lienzo de la tía Kris con unas jirafas mamá y bebé (le gustan mucho las jirafas) y una estrella de su día, a 138ipico años luz ("mamá, tú y yo nos hacemos astronautas y nos vamos a ver la estrella"). (Y creo que no me dejo nada... probablemente sean demasiadas cosas pero... la única hija, nieta y sobrina... es lo que tiene...).
Además vimos un video realizado por David con el recorrido vital de Norah desde que era dos gametos (fotos de mamá y papá), hasta que estuvo en "la tripa de mamá", de bebé y estos 4 años; debo decir que David ha hecho esas fotos de forma paciente y frecuente durante estos años, y al vídeo le dedicó chorromil horas. Así fue que se emocionó más de una y uno viéndolo. A la propia Norah también le gustó.
Han sido 4 años muy intensos. El tiempo pasa muy rápido. El año pasado se nos pasó que no nos dimos ni cuenta. Es verdad que hay días que nos acostamos todos hechos polvo de la intensidad del día. Es cierto que aunque Norah conoce ya muy bien sus emociones, a veces la desbordan y el enfado no tiene medida. Afortunadamente la intensidad del momento luego se le pasa y es capaz de retomar las actividades sin más, haciendo autocrítica de la "rabietilla" del rato previo. Como en el colegio y en todas partes es muy contenida y correcta, a veces necesita desahogarse un poco y sabe que la queremos y que con nosotros puede. Pero en general es una niña ocurrente, sonriente, divertida, que disfruta jugando, aprendiendo, ayudando y con la familia.
Quizá gracias a ella en gran parte este año la primavera la veo más hermosa que nunca; ella ve las flores, escucha los pájaros ("escucha mamá, canta el mirlo que es tu pájaro favorito"),  y dice son gran sabiduría "en primavera tiene que hacer sol y frío y lluvia, porque así es la primavera y crecen las plantas".  Ella nació en primavera y los tulipanes me recuerdan a los días previos a su nacimiento, así como los patitos pequeños nuevos me recuerdan a sus primeros paseos en el parque. Un día, de camino al colegio, yo iba un poco pocha por algo. Ella me señalaba los árboles del camino con sus hermosas flores moradas y rosadas y los pétalos en el suelo: "Mira mamá, un camino de flores para ti, para que te pongas contenta". ¿Quién no se animaría con eso?