miércoles, 20 de agosto de 2014

Medios de transporte

En la sociedad occidental actual, todos nos desplazamos. Mucho, poco o regular, pero todos nos movemos de un lado para otro. Norah también. Cuando salimos del hospital ese martes 26 de marzo de 2013, tocó montarse en el coche con el huevo prestado que instalamos en el asiento trasero. Yo iba atrás con ella (no sabía muy bien cómo sentarme por el dolor de la luxación de cóccix). David conducía. Ludovico Einaudi nos acompañaba con su música. Era ya de noche. Norah iba dormida tan tranquila. Nosotros llorando por la emoción de la música que habíamos escuchado durante todo el embarazo - a ella parecía darle igual. Y David conducía con más cuidado que nunca en su vida.

Desde entonces, Norah ha ido en coche a menudo. En general al principio sobre todo se dormía siempre, incluso en los viajes largos. Podía ir dormida 450 km y aguantar el viaje mejor que nosotros. Eso sí, ya va desde hace mucho en su silla finlandesa atómica 0-1-2 que se supone hasta los 18 kg a contramarcha (ya veremos, con lo rápido que crece). Últimamente le cuesta a veces un poco más en los viajes largos, a lo mejor llora al meterla (yo le explico siempre que en el coche toca silla y en la silla toca arnés… a menudo parece que lo entiende), o se desespera, se retuerce… le cuesta más dormirse. Estrategias para viajes largos: algún peluche, algún libro, música clásica, la canción del Hämähäkki… En cualquier caso, creo que globalmente no nos podemos quejar de su tolerancia al coche. 

La primera vez que viajó en otro medio de transporte fue yendo a Madrid en cercanía allá por abril. Estaba curiosa, miraba a la gente, señalaba todo… aunque le costó un poco ir en brazos todo el viaje. Probablemente ahora sería aún más difícil, porque entonces aún no caminaba.

Y luego… llegó el viaje a Finlandia, donde tuvo ocasión de mostrar sus dotes de Norah Viajera.
El avión de ida nos daba algo de pavor y nerviosismo. El autobús de tránsito del aeropuerto lo llevó bien. Nos sentamos David, la abuela y yo en una fila. Norah al principio se iba  cambiando de brazos. Luego para el despegue tocó ponerse fija con alguien (aunque la cambiamos varias veces). Estuvo con papá y conmigo y lo toleró bastante bien. Luego se quería mover a cada rato, aunque entre los libros y alguna cosa del iPad el viaje se hizo llevadero, sobre todo porque consiguió echarse la siesta toda atravesada sobre mí. En el aterrizaje lloró un poco por los oídos, poniendo cara rara, pero se le pasó enseguida. Luego del aeropuerto a Helsinki cogimos un autobús (y otro esa misma noche a Seurasaari y de vuelta). Iba en brazos de la abuela señalando todo. Bastante bien. Lo pasó un poco peor en el autobús a Porvoo, inquieta, retorciéndose, queriendo caminar… pero llevadero y con algún conato de llanto mitigado con entretenimiento y chupete.

El barco a Tallinn para ella fue maravilloso porque había UNA PISCINA DE BOLAS!!! donde se lo pasó de miedo. Nadaba entre las bolas, las tiraba… a la vuelta, lo mismo, además de montarse en un pequeño camión que conducía cual experta. En cambio en el barco de Suecia los otros niños de la piscina eran más grandes y no pudo explayarse a gusto. Por lo demás, no manifestó que tuviera mareo, le encantaba pasearse por ahí y señalarlo todo, y dormía súper a gusto. 

En cuanto al avión de vuelta… buf, fue un poco más duro. Ella llorando en el despegue y poniendo cara de extrañeza/miedo por los oídos… la tía Raquel ídem de ídem porque no le gustan los vuelos… y yo también porque nos íbamos de Finlandia. Fue un vuelo más complejo, porque no estaba a gusto con ninguno de los 3, todo el rato se quería mover, lloraba, tenía sueño y no se dormía… Había muchos niños hispano-fineses en ese vuelo, y alguno más lo pasó mal también. Así fue que al llegar al aeropuerto, se explayó a su gusto caminando por la zona de equipajes diciéndonos adiós con la mano.

Ahora, siempre que ve en un avión en el cielo lo señala y dice pppfffff y hace un gesto con la mano. Lo entiendo en español y finés, aunque no sé si sabe que es el mismo artilugio en el que ella montó en el viaje. Creo que sí porque sabe perfectamente lo que es un lentokone. En las fotos también reconoce un avión y hace el mismo gesto (aunque de cerca y de lejos no es tan fácil saber que es lo mismo). 

Por último, parece que le gustan las motos. Al principio parecía que le daban miedo, pero ahora siempre que oye una mira de dónde viene el sonido, si ve la moto la señala, dice ppprrr o algo así. En una calle de por aquí cerca suele haber una moto aparcada y se queda mirándola fijamente mientras la señala y dice "ppprrr" o "eehh?". Por supuesto no ha montado en una de verdad, aunque la de juguete que le han regalado los abuelos en el pueblo le chifla y se ríe muchísimo cuando monta en ella. 

Norah profesora

Hoy en el parque se ha acercado un niño llamado Sergio de 6 años mientras Norah estaba jugando en con la pizarra que hay debajo del castillo de columpios. Nos ha pedido si podía jugar. Norah no decía ni mu. Yo le he dicho que le preguntara a ella que era la que mandaba :D Norah ni mu... pero no dejaba de mirar al niño. El niño ha dicho que vale que jugaba... pero que a qué estábamos jugando... Yo viendo que Norah no estaba como para explicar nada he dicho que a los profesores... y el niño ha dicho que vale... que qué era él. Yo he mirado a Norah... Norah me ha mirado a mí... y he dicho: "pues no se... pero creo que ella quiere ser la profesora" :D  El niño tras titubear un poco ha dicho: "pues entonces yo tengo que ser el alumno". La verdad es que me ha sorprendido que el niño de 6 años asumiera el rol de alumno tan rápido ante una profesora de menos de 1,5 años. Norah ni mu... pero sin dejar de mirar. Al rato el niño ya preguntando por el recreo. Yo le decía: "Pregunta a la profesora". Él hablando a Norah como si fuera una profesora de verdad... y lo mejor es que Norah le contestaba en su idioma y gesticulando con las manos :D:D:D  Luego el niño ha dicho que ahora venía la clase de Inglés... quizás buscando un idioma común. Norah ni mu. Yo azuzaba a Norah para que pintara en la pizarra y preparara la clase... y ella me hacía caso y se ponía a pintar mientras gesticulaba con las manos y decía cosas. En fin... ha sido curioso ver como ha reaccionado Norah ante un niño mucho mayor intentado interactuar con ella.

Norah enfurruñada


Norah comienza a expresar sus prontos y rabietas sin ningún miramiento. Ha aprendido a poner cara de enfurruñada, lo cuál provoca bastante risa en cualquiera que lo presencie, lo que creo que anima a que lo haga más veces... la verdad es que es bastante cómica la mueca... y ella lo sabe porque muchas veces también termina riendo. Pero también sabe cuándo hay que usar esa misma mueca para demostrar su disconformidad sobre algo... por ejemplo cuando le dices que haga algo y ella no quiere (ej: que se ponga los calcetines para estar en casa y no andar descalza del todo).

También se ha acostumbrado a pedir las cosas diciendo: "Ehhhhh". Si no le haces caso, entonces dice: "Ehhhhhhhhhhhhhh". Y si sigues sin hacerla caso dice: "EHHHHHHHHHHH". Si crees que no vas a poder acudir a esta tercera llamada en menos de 2 segundos... no te esfuerces... porque el enfurruñamiento ya es inevitable y te tocará consolar sus llantos y, como dice Sari, "validar sus sentimientos" durante un buen rato hasta que se calme.

Lo curioso es que todo este tipo de comportamientos cambia cuando hay gente... o mejor dicho, cuando esa gente se dirige a ella o a alguno de nosotros. En ese caso, cambia totalmente de chip y se convierte en una niña tímida, temerosa y observadora. Es por eso que, por ejemplo, cuando vamos de compras y se pone pesada o le da una rabieta porque quiere coger cosas que no necesita... cualquier artículo que le llame la atención y que esté a su mano... estamos deseando que alguien le diga algo para que se ponga en el modo "tímida" :D

Pero bien es cierto que últimamente hemos observado que parece coger algo más de confianza con los desconocidos. Por ejemplo, ayer en el Mercadona ella sóla saludó a un señor que iba solo comprando (y que le dijo también "hola" de vuelta) y luego me miró riéndose como diciendo: "Mira lo que he hecho".

Quizás esta confianza con los desconocidos tenga algo que ver con que la semana anterior ha estado en el pueblo saludando a un montón de gente que no conocía... y dejándose dar besos por los mismos... cosa que a Sari y a mí nos ha extrañado mucho, pues no es muy besucona la enana. Cuando venía un familiar o alguien del pueblo a saludarnos y la veía a ella, decían "uuuyyy que niña más guapa!!" y ella ya sabía que tocaba beso, así que cogía y la pobre ofrecía la mejilla o la frente para el susodicho beso  :D

Otra cosa curiosa es el hecho de que tiene mecanizadas las despedidas. Cuando ve que nos estamos despidiendo, se pone a decir adiós agitando levemente la mano y después tirando besos... pero eso sí, cuando la otra persona ya se ha alejado lo suficiente o ya no está mirando :D

En cualquier caso, es posible que Norah esté experimentando uno de esos cambios en cuanto a las relaciones con la gente y el resto de las cosas y en la manera de expresarlo, porque desde hace dos días está cogiendo a sus muñecos de peluche (un oso gris muy suave y otro hecho a punto) que tiene cerca de la cuna y que antes no les hacía ni caso, para abrazarlos y hacer como que los quiere.



miércoles, 13 de agosto de 2014

Digest: Agosto 2014

La verdad es que no tengo muchas cosas apuntadas de este mes. Las iré poniendo si se me ocurre alguna. De momento y la más destacable es la siguiente:

- Parece que se hace más sociable con la gente. Al menos pone la cara cuando alguien del Pueblo se acerca para saludarla y darle un beso. Parece que lo ha adoptado como parte de ritual :)