Hoy Norah a sufrido una de esas rabietas dignas de recordar. Ha durado como 45 minutos y ha sido en plan niña-del-exorcista... bueno, le ha faltado que el cuello le diera vueltas.
La he ido a recoger a eso de las 6pm, porque hoy tenía unas cosas que hacer y he llegado un poco tarde. Ya habíamos avisado en la Guardería. El caso es que cuando he ido a recogerla en principio estaba muy contenta, ha venido hacía a mí corriendo como siempre y ha ido a recoger la mochila. Cuando hemos salido le he ofrecido algunas cosas que llevaba en la mochila para que merendara. En esta ocasión ella ha decido comer 3 tomates cherry (que están buenísimos) y zumo de naranja (que se ha dejado menos de la mitad).
Después hemos estado dando una vuelta por el parque, y hemos estado viendo un rato como jugaban los alumnos de una academia de inglés que hay en frente del lago de abajo. Ya ahí ha tenido un momento que se ha enfadado porque le he dicho que tirara una cáscara de pipa que había cogido del suelo, pero bueno al final hemos estado jugando a hacer el avión y a que me perseguiera y parece que se le ha pasado.
Pero de repente me ha parecido que se había hecho caca. Le he mirado el pañal y se han confirmado mis sospechas. Así que le he dicho que fuéramos a un banco a cambiarla... a lo que ella me ha respondido con un "Noooooo".
Hemos seguido jugando un rato mientras trataba de buscar un sitio donde poder desplegar el campamento base para cambio de pañales de carácter urgente, pero ella no ha querido colaborar en nada.
El olor comenzaba a ser bastante fuerte, y parecía que el pañal ya estaba rebosando, así que le he dicho que fuéramos a cambiarla YA, y se ha enfadado como suele hacer: haciendo el "cuerpo a tierra" y comenzando a llorar y llamar insistentemente al ascendente de primer grado no presente en esos momentos (es decir, a Papá si está con Mamá, o a Mamá si está con Papá).
La he cogido en brazos como he podido y se ha empezado a revolver como una anguila. Así que como ya sabía lo que iba a tocar en los próximos 15 minutos, he decidido llevarla a un sitio alejado de la mirada ajena... llamadme "especial", pero prefiero que la gente vea el espectáculo.
Así que como he podido la he intentado llevar a un banco donde suelo desplegar mis instrumentos para cambio de pañales, pero me ha sido imposible porque no dejaba de patalear y pegarme. Así que he decidido dejarla en el césped y que ahí se desfogara. Pero eso de dejarla en un sitio mullidito y seguro no le ha gustado nada, así que se ha ido reptando hacia atrás (sí, es difícil de describir), como si fuera un lagarto-cangrejo, hasta que se ha salido del césped y se ha tirado en el carril bici, de asfalto, material que ya le ha parecido suficientemente duro y áspero como para continuar revolcándose y dando patadas. De la rabia, cogía el césped y lo arrancaba, o buscaba arena y la apretaba con las manos. Así ha estado recolectando mierda por el suelo, mientras olía a lo mismo, durante un buen rato. Yo la verdad es que estaba tranquilo y flipando de lo que una enana de 27 meses recién cumplidos puede llegar a hacer.
Como 15 minutos después todavía seguía igual, llorando y llamando a su "Mamáaaa", a quien le he enviado un par de fotos y audios que atestiguaban la situación. En una de estas se ha dado cuenta de que la estaba sacando una foto... y parece que no ha ayudado mucho porque ha empezado a llorar con más rabia XD
Mientras la gente pasaba al lado y se quedaba mirando. A una chica que me ha mirado y sonreído con cada de compasión. Le he preguntado si quería una niña. Se ha ido riendo más... pero no se la ha llevado.
Después de un rato parece que se ha calmado y ha dejado que la cogiera en brazos... soportando el olor a caca como buen padre que soy :D La he puesto a horcajadas sobre mis piernas mientras yo estaba sentado en un bordillo, y la rabieta parece que comenzaba a remitir... ella ha apoyado la cabeza en mi hombre y yo la he dado palmaditas de esas de "validación de sentimientos" que dice Sari. Ella ha movido su mano hasta mi cuello y la ha puesto donde mi nuez.
Explicación: Hay una cosa que a Norah le hace mucha gracia, y es ver como se mueve mi nuez para arriba y para abajo, cosa que hago queriendo haciendo el movimiento de tragar con la garganta con el único objetivo de que ella se ría.
Pues cuando ha puesto la mano sobre mi nuez he visto la ocasión perfecta para hacerla reír y sacarla por fin del estado de enfado que tenía.
Explicación: Los niños muy a menudo pasan del estado de enfado al estado de alegría en cuestión de segundos. Algunos lo llaman el "vaivén de sentimientos".
Así que he comenzado a mover la nuez para arriba y para abajo sabiendo que con la mano donde la tenía lo iba a notar. Ella, efectivamente, lo ha notado. Se ha incorporado levemente como para verlo con sus propios ojos... (quizas estaba pensando: WTF!!!) y sin cambiar el rictus de la cara ha subido la otra mano (ahora ya tenía las dos apoyadas sobre mi nuez) y ha empezado a apretar muy fuerte. En ese momento sí ha cambiado la cara y ha puesto cara de esfuerzo... como que lo estaba dando todo... lo mismo que estaba haciendo yo para evitar asfixiarme viendo como mi hija estaba intentado asesinarme en medio de un parque por haberla hecho una broma en un momento poco oportuno.
Así que he conseguido zafarme de ella y que dejarla sobre el césped de nuevo, momento en el cual he visto que había hecho un "goto 1".
Explicación: Chiste de programadores que quiere significar "volver al principio".
Así que de nuevo, vuelta a empezar: llorar, llamar a Mamaaaa, revolcarse, arrancar el cesped, recolectar mierda, remover la mierda suya propio dentro del pañal... de manera que, ahora sí, ya comenzaba a rebosar... Hasta que por fin han llegado los refuerzos en forma de Kummitäti Raquel, quien a conseguido que el diablillo desapareciera lo suficiente como para conseguir llegar a casa caminando, donde nos hemos encontrado con Mamaaaa, que acababa de llegar de trabajar.
Hemos conseguido entrar en casa, no sin antes montarla de nuevo otra vez en la puerta de casa por razones incomprensibles para la mente adulta. Se ha vuelto a tirar al suelo, y como esta vez yo estaba abriendo la puerta de casa y no estaba con ella, me ha comenzado a llamar a mi: "Papaaaaa".
Por fin la hemos conseguido cambiar el pañal y atenuar un poco el olor a caca que había por todos los lados... incluso en mi ropa, manos, brazos, etc. Pero en fin, nada que no resuelva una buena ducha con mi, ahora sí, angelito.