miércoles, 30 de septiembre de 2015

Digest: Septiembre 2015

Pues aquí van unas cuantas cosillas que tenía apuntadas y que han pasado durante el mes de Septiembre.

- El día del cumpleaños del Abuelo, le dá los regalos que estaban escondidos debajo de la colcha de la cuna. Y le explica por qué es. Captó rápido lo que le dije que tenia que hacer. (19 septiembre)
- Mientras está pelando un huevo cocido me dice que los dinosaurios salen de los huevos... que lo ha visto en un libro. (20 septiembre)
- Había un niño de unos 4-5 años saliendo de una urbanización y su madre le gritó: "Cuidado Marcos!". Ella como ve que el niño no hace caso va y se lo dice ella. El niño la mira alucinando. Y Norah: "No corras Marcos!". La madre le pregunta sorprendida si lo conoce. Yo me echo a reír. (23 septiembre)
- Andando por la calle dice que tengamos cuidado con los coches que nos pueden hacer coscorrón. Que andemos por la acera y no por la carretera. Que Mamá nos cura. Y que ella es la que cura a Mamá diciendo "sanasana". (23 septiembre)
- Me gusta mucho pasar por al lado de la casa donde están esos dos perros encerrados en la rampa del garaje para asomarnos por arriba y hacer que los perros nos ladren. Después salimos corriendo los dos. 
- Pide pis muy frecuentemente.
- Identifica y dice los colores de los coches según vamos paseando.
- Deletrea la palabra BOMBEROS que está escrita en el suelo. Pero no la sabe leer.
- Estando en el campo de fútbol de hierba artificial, identifica el logotipo de la guardería que está atrás en los carteles publicitarios.
- En el mapa de la parada de autobús es capaz de identificar dónde está su pueblo, dónde viven los abuelos y donde trabaja Mamá. (23 septiembre) 

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Cosas que le gustan a Norah

Aparte de Frozen, hay otras cosas que a Norah le gustan. No es que ninguna roce la obsesión, pero sí que hay cosillas por las que tiene prelidección.
-Las piedras: le gustan muchos las piedras. Grandes, pequeñas. Le gusta coger unas piedrecillas pequeñas que hay tras una valla de camino a la EI y guardarse algunas en el bolsillo y darme otras a mí. Había una época en la que siempre que la llevaba por la mañana, luego volvía a casa con el bolsillo con varias piedrecillas. Hace tiempo que no lo hace, pero esta mañana las ha visto y ha dicho "Mira mamá, piedras!", y se ha puesto muy contenta. Y lo que le encanta es tirar piedras al río o al lago. Esto, desde bastante pequeñita.
-Los trenes, así en general. Ve un tren y dice "Mira, un tren!", con entusiasmo, y dice "tuu-tuu", y se ríe. Y le gusta hacer trenes de cosas: con las especias de la cocina, los botes de champús y geles en la ducha, con piedras en la calle, con los bloques de construir... puede hacer un tren con cualquier cosa. Otras veces, dice que hagamos un tren en la calle, y nos cogemos unos de otros haciendo el trenecito... Esto supongo que será porque desde el curso pasado salen al patio haciendo el trenecito. 
-Los dinosaurios: en realidad, no sé cómo empezaron a gustarle. Le compré una especie de revista con muchos dinosaurios, y 5 dinosaurios pequeños de juguete de los chinos (la mamá, el bebé, y otros 3...). El otro día sorprendió a su padre contándole que los dinosaurios salen de los huevos (esto, pelando un huevo cocido - tarea que le gusta mucho y que hace con sumo cuidado, incluso aunque luego no se lo coma). David le preguntó que cómo lo sabía, y ella dijo que lo había visto en un libro :) Sin duda es hija de su madre :)
-Ya si juntas los dinosaurios y los trenes, pues para qué queremos más. Hay una serie que se llama Dinotren o algo así, y va de dinosaurios viajando en un tren en su época, y entre épocas... No es que me guste mucho que vea la tele, pero en fin... es difícil limitarlo al 100%. Al menos sirve para reforzarle el inglés (porque el CD que deberíamos hacerle escuchar a diario lo ponemos más bien poco). 
-Hablando de la tele, la otra serie que le hace mucha gracia es Peppa Pig. En realidad a mí también me hace gracia, sobre todo cuando se tiran todos al suelo para reírse. Y Daddy Pig es un personajillo curioso. Y la señora Conejo me parece tremendo todas las funciones que cumple!, no sé cómo le da tiempo a todo. A Norah aparte de Peppa, le hace mucha gracia George. El otro día leí no sé dónde que había niños que se volvían miedosos con Peppa Pig pero me parece una chorrada.
-Le gusta dibujar. Dice "Vamos a pintar", y se pone a pintar en su rollo de papel del IKEA. Escoge los colores con cuidado, da a su acompañante algún color... Ya pinta figuras humanas con ojos, boca ("happy", mirándose en el espejo para tomar nota de cómo se pinta la boca de "happy"), manos y piernas. Por lo que he leído, eso se suele hacer ya con dos años. Luego dice que lo que dibuja es papá, el abuelo o la abuela. A mí no sé si me ha pintado todavía. Otra cosa que pinta son peces, aunque alguna de las cosas que ha dibujado son criaturas muy extrañas. Y el otro día hizo dos dinosaurios de perfil (el papá y el bebé!), que eran magníficos. Me gusta mucho verla pintar, lo hace con cuidado y entusiasmo. 
-Ah!, las pegatinas le gustan mucho. Le gusta coger pegatinas de cosas y pegar las figuras de lo que sea donde corresponden. Más de pequeña con los gomets le valía (hace algún tiempo que no probamos a dárselas, creo), pero ahora la verdad es que se entretiene un montón con los libros de pegatinas.

En cuanto a lo de hablar y tal... desde que ha vuelto de las vacaciones, pues la verdad es que ha avanzado un montón (durante las mismas, quiero decir). Dice muchísimas cosas y yo le entiendo casi todo. La mayoría son en castellano pero también dice alguna cosa en inglés y otras (pocas) en finés. Además, pone entonaciones, hace gestos... la verdad es que es maravilloso cómo se va comunicando. Llega a decir palabras largas como "muumipappa" (papá muumi) o "raputarra" como comenté un día. Aunque es verdad que aún muchas palabras se quedan en las últimas sílabas, pero cada vez va diciendo más cosas. Y hace frases incluso largas. Y utiliza el imperativo: "Papá lee, yo no sé." "Mamá, no cantes!".
Por cierto, que el otro día (el día que leí la tesis, que por cierto, fuimos a la Facultad algunos días antes con ella y me preguntó que si ahí era donde curaba a la gente, así que sabe en lo que trabajo :O) en un restaurante cenando el camarero le preguntó el nombre, y ella le contestó!, lo que es todo un hito viniendo de ella. 
Además, estos días han estado aquí la abuela Ruut, la tía Kris y el tío Juan, y a la abuela le ha cogido confianza enseguida, y con Kris estuvo pintando y jugando un buen rato. Incluso rehuía menos a Juanito :)

domingo, 13 de septiembre de 2015

1 kilometro de cordón


Este verano Sari y yo decidimos que en vez de disfrutar todas las vacaciones todos a la vez debíamos pensar en disfrutarlas por separado para que Norah pudiera estar más tiempo fuera de Madrid y sin sufrir en insoportable calor que aquí hace entre Julio y Agosto (Norah con calor duerme especialmente mal, despertándose cada 2x3 y dando patadas a quien pille). Por lo que, como el viaje a Finlandia es compulsorio, ambos elegimos esas dos semanas para disfrutarlas en común y una más por separada cada uno para que Norah pudiera ir a la playa y a la montaña... como aquel viejo anuncio de cera para depilar :D ... y otra semana más que ya se disfrutaría fuera de la época estival.

Además la Abuela Eugenia había elegido dos de sus semanas de vacaciones coincidiendo con la mía para que así yo pudiera llevar a Norah al Pueblo (además coincidiendo con las fiestas) y, si las cosas iban bien, dejarla una semana más allí sola con ellos.

Durante la semana en el Pueblo, la verdad es que la cosa fue muy bien. La enana no tuvo ninguna rabieta gorda. Se acostumbro bastante rápido a la cama nueva, a dormir sólo con Papá, a los juguetes que allí tiene como suyos de otras veces y a salir al campo a correr de un lado a otro. Durante el tiempo que estuvimos allí no pidió nada ver la tele ni la pantalla del móvil, más que alguna ocasión después de que yo le hiciera alguna foto. 

Lo que si tenía bastante era bastante "Papitis". Y es que siempre que tenía algún problema "su Papá" tenía que estar cerca. Que se caía al suelo y lloraba, pues Papá tenía que ir a recogerla. Que durante la cena quería un yogurt, pues Papá era quien tenía que dárselo. Que venía alguna visita a casa de gente que no conocía, pues Papá tenía que cogerla en brazos para que se sintiera segura. Que tocaba irse a la cama a dormir, Papá tenía que leerle el cuento.

Tanto Papá, Papá, Papá... que al final Papá llegó a pensar que Norah no podría sentirse bien si éste no estaba. 

Pues llegó el último día, el día en que Papá tenia que irse a Madrid a trabajar y dejar a Norah por primera vez sola con los abuelos durante una semana. Las Papitis no había ayudado precisamente a tomar la decisión de dejarla allí... más bien fueron las circunstancias en las que presuntamente se iba a desarrollar la semana en Madrid, con Papá fuera allí por viaje por trabajo, Mamá trabajando como siempre hasta arriba y un calor insoportable en casa que haría imposible conciliar el sueño por la noche.

Así que así fue. Allí tendría que quedarse. A los cuidados de los abuelos, con quien se lleva especialmente bien, pero sin la presencia de Papá o Mamá por si algo pasaba. La primera vez que dormía fuera de casa. La primera vez que se separa de los dos, de Papá y de Mamá. Bueno, en realidad de los dos se separa todos los días a las 9 am, cuando la dejamos en la Guardería. Pero no era lo mismo... será por la distancia... será por el tiempo. No era lo mismo. 

Sari le había comentado a algún compañero la situación: que la niña pasara una semana sola con los abuelos en el pueblo. Y todos coincidía que sería egoísta impedir que ella no disfrutara de esa semana solo por una paranoia nuestra, que si la relación con los abuelos es buena y las condiciones en la que iba a estar la niña no tenían nada de malo, no había razón por la que debiera volver. Y así era. Pero algo había que no dejaba que me separara de ella. Algo irracional me decía que algo malo pasaría si la dejaba allí sola. 

A Norah ya le dije el día anterior que Papá se volvía a Madrid a trabajar... y ya lo había interiorizado porque cuando le preguntábamos decía: "Mamá, tabajar. Papá, tabajar. Y yo Elo (Pueblo) con Elos (Abuelos)". Justo antes de salir se puso tontorrona con que no quería ponerse unos pantalones y quería estar solo con el pañal. Después de insistir varias veces, ella se lo tomaba a broma y no me dejaba terminar. Así que le dije que me tenía que ir a Madrid, y mientras decía un inhibido "Nooo Papá" el gesto de la cara se le cambió de repente. Pasó de ser una niña de dos años jugando a hacer de rabiar a un adulto, a ser una niña mayor que comprendía exactamente lo que iba a pasar... que su Papá ya no iba a estar ahí cuando ella lo llamara. Así que accedió a ponerse el pantalón y me acompaño a fuera de la mano, esta vez muy formal y obediente. En la puerta de casa, con el coche ya arrancado me puse de cuclillas delante de ella y le dije que me tenía que ir. El gesto que hizo no lo olvidaré jamás: me miró a los ojos y bajó la vista triste al suelo como si le hubieran confirmado lo que ya se estaba imaginando y puso su cabeza sobre mi hombro mientras me daba un abrazo... pero no un abrazo de "buenos días" o de "recogida de la guardería"... era un abrazo largo y triste de "se lo que está pasado y que no se puede solucionar". Y así, formal y seria, no dejaba de mirarme mientras me metía en el coche y me decía adiós con la mano.

Mientras conducía no podía dejar de pensar en el gesto tan adulto que acababa de hacer aquella figura de 2 años y 5 meses. Aquella tristeza contenida mientras era consciente de la situación. Fue a la altura del Puente Nuevo, a 1 kilómetro del pueblo, cuando no pude más y rompí a llorar... 1 kilómetro de cordón umbilical que acababa de romperse para siempre.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Frozenmanía


A pesar de que ya va camino de un año desde que comencé escribiendo el título de esta entrada como borrador para que no se me olvidara escribir en el futuro, no he tenido muchas ideas de cómo estructurarlo y desarrollarlo, pero cualquier que conozca a Norah sabe que este tema necesita un apartado especial. Así que a riesgo de que termine cayendo en el olvido o visto que mi inspiración tampoco parece que vaya a surgir, me veo obligado a por lo menos nombrar las cuatro ideas que quería expresar.

Como ya se ha ido viendo a lo largo de bastantes posts, desde que Norah es muy pequeña siempre le ha gustado todo lo relacionado con la película de Frozen. Comenzó siendo la banda sonora del tema principal (Let it go), que ya hemos llegado a escuchar en modo while-1 durante mucho tiempo. Después vino lo que es la peli en sí, pidiendo que se la pusiéramos TODAS las tardes como si de una droga se tratara, cosa que hemos ido administrando en pequeñas dosis (videos cortos) durante bastantes meses. También le gustó mucho el corto que lanzaron previo a la película, ya que Olaf y Sven son los protagonistas del mismo, y éstos son dos personajes que a Norah la vuelven loca. Más tarde, o mejor dicho "al mismo tiempo", llegó el cuento, un libro con cuarenta y pico páginas que describe la historia que se cuenta en la película, con ilustraciones originales de Disney. Este si que ha sido el cuento while-1 durante un montón de tiempo. A la hora de ir a la cama siempre tocaba el libro de Frozen, sí o sí. Y para terminar, cualquier tipo de merchandising que se pueda ocurrir (muñecos, bragas de cuello, camisetas, pantalones, gomas del pelo, pegatinas, mochilas, etc, etc).

Tantas cosas ha habido de Frozen que los Papás ya nos conocemos la película casi me memoria... de hecho hasta las anécdotas de la misma (cosa que por otro lado, siempre ha sido muy interesante conocer para fardar delante de otros Papás amateurs en la materia).

Así que para no hacer que todas estas cosas no volvieran un poco loco, la película sólo la hemos puesta entera durante los días de fin de semana que Norah lo pidiera. Y el libro se intenta no leer entero, porque al final te tiras medía hora bien a gusto. Así que los días que por ejemplo Norah esta muy cansada y sabemos que no va a tardar mucho en caer, empezamos a leerlo por la mitad, para que al terminar lo le diga lo de "... y colorin colorado, este cuento..." y ella diga "cabado" mientras cierra con su mano la tapa, se lo acerca a la cara y le da un beso diciendo "tamanana", y yo lo dejo en la mesilla o en el suelo y nos disponemos a dormir. 

Es como una ceremonia y siempre se hace lo mismo en el mismo orden. Por eso tratamos que el cuento siempre se llegue al final. En muy pocas ocasiones (yo sólo recuerdo dos) Norah se ha dormido antes de acabar el sueño.

El cuento de Frozen no puede faltar en nuestros viajes al Pueblo o a Murcia. Hace 3 semanas, estuvimos en el Pueblo y en esa ocasión era Papá el que estaba bastante cansado y no quería afrontar casi 80 páginas para leer antes de dormir. Así que, como otras veces, comencé el libro por la mitad ... y parece que coló porque no me había dicho nada. Por alguna razón tuve que levantarme para ir al baño un momento y cuando vuelve a la cama me encuentro a Norah con el libro abierto por la PRIMERA PÁGINA diciendo: "Papá! Aquiiiií!" y recordándome que ella elige cuándo acortar el cuento y que ésa no iba a ser precisamente la noche, por lo que tuve que comenzar a leer desde el principio (más las que ya le había leído). 

En el Centro Comercial hay tiendas que tienen artículos de Frozen. Ella siempre corre al escaparate para verlo de cerca y señalar cada uno de los personajes... en especial Olaf (su favorito). 

Alguna vez se ha mostrado extraña cuando ha visto a alguna niña llevando alguna camiseta con el dibujo de algún personaje de Frozen, parecidas a las que ella tiene. 

Es curioso porque parece que Anna no le llama tanto la atención. Ella suele jugar a ser Elsa y una cosa que hace mucho y desde hace mucho tiempo es jugar a congelar a la gente. Lanza un rayo imaginario que te congela y tras el cuál no te puedes mover hasta que ella u otra persona te toque. Es gracioso, porque en alguna ocasión al verse amenazada por algo (estar jugando a hacerle cosquillas o cogerle el culo) ha utilizado este arma secreta para intentar escabullirse del peligro :)

En resumidas cuentas, todos pensábamos que lo de Frozen sería algo pasajero, pero ya va camino de 2 años y medio y sigue apasionándola todo lo relacionado con Frozen. Veremos si mucho tiempo más.