martes, 31 de marzo de 2015

Cuentos para dormir

El momento de irse a dormir de Norah siempre ha sido tanto crítica para nosotros. Ya desde pequeña hemos intentado que todo sea como una especie de "ritual" donde cada uno tiene que realizar su función de la manera correspondiente con el objetivo de conducir a Norah a un estado de relajación adecuando con el que le cueste poco conciliar el sueño. Salvo el experimento que hicimos cuando Norah aún tenía unos 3-4 meses y le daban esas "disrritmias vespertinas" insoportables, siempre hemos elegido hacer las cosas en el siguiente orden: jugar-cena-baño-dormir. El experimento fue hacer el baño antes de la cena, como hace mucha gente que tiene niños, pero no resultó nada fructuoso.

Como siempre lo hemos hecho así, salvo algún día que se nos ha hecho un poco tarde y prescindimos del baño, Norah ya sabe lo que toca cuando terminamos de cenar y subimos por las escaleras a la habitación "amenazándola con comerle el culo" si no sube rápido las escaleras :)  Sabe que toca preparar la ropa, ir al cuarto de baño, desvestirse, meterse en la bañera, jugar un rato con el agua, salir, vestirse y meterse en la cama a dormir mientras se toma un biberón de leche. Sin embargo, ella ya se encarga de hacer que cada una de estas tareas tengan algo de especial... como que hay días que se resiste un poco a quitarse la ropa, otros en los que no quiere salir de la bañera (que por cierto, comenzó a ser la tónica habitual durante un montón de tiempo hace unas semanas) aunque el agua ya esté más fría que la del Báltico en invierno, o días en los que no quiere vestirse (que parece que está siendo lo habitual últimamente) y te monta la de San Quintín para ponerse el puñetero pañal, el body de manga larga y un pantalón (hasta hace dos semanas siempre dormía con pijama pero desde que empezó a quejarse a la hora de vestirse para ir a la cama le cambiamos la ropa por si pudiera tener que ver).

Hubo un tiempo en el que Sari y yo usábamos las pantallas de los móviles para mostrar vídeos algunos de los preferidos de Norah (casi todos relacionados con Frozen y la canción de "Lohtu"  finlandesa en bucle infinito hasta que caía rendida... ahora yo creo que ya le ha cogido hasta asco) y así ayudar a que se relajara y conciliara el sueño mejor. Pero después de algunas referencias que ha encontrado Sari sobre estudios relacionados con la visualización de pantallas por la noche en niños de corta edad, decidimos cortar de raíz con esa costumbre y no volver a mostrarle una pantalla de móvil salvo que fuera críticamente necesario (actualmente solo lo usamos cuando tenemos que cambiarle el pañal por la mañana... para que se esté quieta y no llene todo de caca).

Así que lo que hacemos ya desde hace un tiempo es leerle un cuento. El primero que se utilizó para tal menester fue, como no, el de Frozen. El cuento que cuenta, valga la redundancia, la historia que se describe en la película y que Norah se sabe de Pe a Pa. Todas las noches las casi 50 páginas del libro de Frozen. Si tenías suerte y se dormía pronto te podías saltar el final. Más tarde descubrimos que si no empezabas en la página 1 tampoco pasaba nada y parecía que no se daba cuenta, salvo cuando te pasabas de listo y empezabas ya muy avanzado y claro terminabas pronto y Norah te decía que empezaras otra vez  :0

Así que, aprovechando que Papá conservaba la colección de clásicos populares de Walt Disney que mis padres nos regalaron a mi hermana y a mí cuando teníamos como más que los que tiene ahora Norah, allá por el año 1985, decidimos ir metiendo poco a poco cuentos más novedosos para Norah (no para el resto de los mortales).

Así que el primero de los libros que intentamos poner como cuento de irse a dormir fue el de "Pinocho y el Titiritero". A mi me gusta que hacer el cuento ameno, así que trato de contarle también detalles de los personajes secundarios que aparecen en los cuentos. En el caso del cuento de Frozen, siempre le comentaba cosas graciosas sobre el Duque de Wi-sel-ton o sobre una mujer que siempre aparece con un bebe el brazos que yo le digo que es la Mamá de Giusepe (un compañero de la Guarde). De esta manera, siempre que Norah ve un dibujo de estos personajes los señala, se ríe y me dice: "Papaaa, Sepe" (Mama de Giusepe) o "Papaaa, Tooon" (Duque de Wiselton). En el caso del cuento de Pinocho, los personajes secundarios con los que hacíamos las gracias era Pepito Grillo.

El caso es que Pinocho no le desagradó pero con lo que de verdad lo petamos fue con el cuento de "Dumbo, el elefante volador" de manera que decidió cambiar al Reino de Hielo y a su amigo Olaf por el elefante torpe que consigue volar moviendo sus enorme orejas. De hecho, tanto le gustó que hubo un tiempo en que sólo quería Dumbo, Dumbo y Dumbo. Nada de Frozen, eso pasó a la historia. Fue una fase de su niñez. Ahora quería Dumbo que molaba más. 

Pero después de una semanas Papá acabó un poco hasta las p de Dumbo, así que decidió probar y cambiar el cuento a ver que pasaba. Esta vez el elegido fue "Bambi", que parece que también le gustó... pero no lo suficiente como para sustituir a Dumbo. Así que a partir de entonces lo que Norah quería era que su Papá le contara el cuento de Dumbo y después el de Bambi :(

Sin embargo, poco a poco la hemos ido enseñado que sólo se cuenta un cuento antes de dormir. Así que muchas veces, aunque no tiene sueño, sabe que ya es hora de dormir, así que se despide del cuento dándole un beso en la contraportada, te lo entrega para que lo guardes, te pide la mano para cogerla y se queda con los ojos mirándote la cara o al infinito hasta que Morfeo la puede y se queda con ella.

Estos han sido los cuentos que le hemos enseñado hasta ahora y que parece que han tenido algo de éxito. En orden en el que están es el orden en el que se los hemos ido introduciendo:
  • Pinocho y el Titiritero
  • Dumbo el Elefanto Volador
  • Bambi
  • Winney Puh 
  • Pinocho y la Ballena
  • El pinguino friolero
  • El Libro de la Selva
  • 101 Dalmatas

Digest: Marzo 2015

En este post voy a poner sólo las cosas que tenía pendientes de escribir para que no se me olviden. No entraré a comentarlas con mucho detalle:

- Comienza a comunicarse muy a menudo con nosotros. Entiende todo lo que le dices, aunque seán instrucciones complicadas. Te cuenta historias, sobretodo cuando vas a recogerla a la guardería.
- Se estaba echando crema corticoide en el cuerpo con esa autosuficiencia que suele demostrar en la que no te deja ni que la ayudes ni que le impidas hacerlo. Tras explicarle que tenía que parar porque no iba a quedar crema para el próximo día, se queda callada pensando... y me entrega la crema sin rechistar. (16 marzo)
- Comienzan a darle berrinches gordos. Quizás me ría más tarde cuando sepa de verdad cuales son los berrinches GORDOS. 
- Tras darle un berrinche, le cuento que cuando cómo era cuando ella era pequeña y la primera vez que fuimos a la guardería cómo eran el resto de niños que ahora son sus compañeros. Ella se queda callada y atenta escuchando la historia durante los 10 minutos. 
- En otra de esas mega-rabietas, se nieva a que la vistamos después de baño. No quiere ponerse nada. No quiere ni ponerse el chupete (dice que se lo des tú... es como si ella no lo pudiera tocar :/). En estos casos siempre intentamos persuadirla de alguna manera para avanzar de alguna manera. Enfrentarse físicamente a ella no tiene sentido, porque aunque no lo parezca ella también tiene mucha fuerza y lo pasa peor. (23 marzo)
- Vocabulario: "Laa"=sola; "Sen"=Frozen; "Boo"=Se acabó.
- Un día mientras se estaba llenado la bañera con agua para el baño, ella interpreta todos los movimientos que se hacen cuando se va a hacer caca. Se agacha, se limpia y se sube los patalones (sin subírselos). Hace todos los gestos. (22 marzo)
- En ocasiones se muestra superdulce, diciendo: "Mamaaaaaaaaa". "Papaaaaaaaaa".

lunes, 23 de marzo de 2015

Cuento de primavera

Hoy me ha tocado contar un cuento en la Guardería a los niños de la clase de Norah. La excusa para invitar a los Papás/Mamás a entrar en la Guarde para contarle cuentos a los niños no era otra que "La Primavera". 

Así que este ha sido el primer día desde que Norah va a la Guarde que permiten a los Papás/Mamás entrar en la Guarde y ver que leches es lo que hacen allí dentro tantas horas. Ni siquiera en Navidades te dejan entrar a ver lo que hacen en clase. Sólo organizan unas canciones que cantan todos juntos en el Patio ... lugar donde hay que batirse en duelo con el resto de Papás/Mamás maleducados/as para que no te jodan tus vídeos con sus p. cabezotas metiéndose en medio y colándose sin ningún tipo de vergüenza o levantando sus teléfonos móviles para grabar una mierda de vídeo de sus niños/nietos/sobrinos. Y digo "mierdas de vídeos" porque es verdad. No se dan centa de que lo graban en formato vertical (que no vale para verlo en tele o monitor), ni prestan atención ni siquiera en que no esté torcido, enfocado o encuadrado el p. niño/a en cuestión. La última vez estuve a punto de decirle a unas que quitaran el p. móvil que ya le pasaba yo el vídeo con mil veces más calidad que la mierda que estaban grabando ellas. En fin... que me enciendo!!!

Pues eso, que como dice Delafe y las Flores Azules, "la primavera ha llegado a la ciudad y no sabes que bien me sienta Papá". Y por eso todos los Papás y Mamás han sido invitados a la Guarde para contar un cuento que trate de la Primavera. En la invitación se decía que como máximo solo podrían estar 3 Papás/Mamás por aula. Yo hasta el viernes no confirmé mi asistencia, porque no tenía muy claro qué cuento contar. Un cuento sobre la Primavera... pues no tenía NPI de qué cuento contar sobre la Primavera. Fácil?? pues venga, dime tú uno?? 

Así que una vez más San Google fue quien me saco del apuro. Le preguntas, "cuento primavera" y tachán! Ahí está, el cuento que conté en la clase de Norah: Las Dos Flores Orgullosas (de Carlos Asorey). Un cuento muy didáctico, sobre dos flores que se pelean y las consecuencias que ello tienen, por lo que ayuda a desarrollar el pensamiento moral, pensamiento que no tengo muy claro que tengan todavía algunos niños de 2 años. Así que decidí que era necesario llevar algo que distrajera a los niños y de esa manera evitar que se pusiera a gritar pasando de mi o me agredieran por ser aburrido. Es por eso que pedí ayuda a Norah y a Sari para hacer unas láminas y recrear de alguna manera el cuento. Así que pintamos dos fichas con dos flores en una de ellas. En una cara cada flor estaba feliz  (y con unas abejas de quita y pon) y en la otra cara cada flor estaba triste y perjudicada (después de la pelea). Además también llevé un peluche de un burrito y una Serpiente que me dejó Norah.

Así que allí me presenté, a las 10 como un reloj, con mi mochila y mi atrezzo, esperando ver la cara de otro Papá... pero no. Estaba solo... ante 15 diablillos (son 17 en clase... Norah no cuenta como diablillo).

Cuando me Norah me vio entrar por la puerta se extrañó un poco como diciendo, que leches hace este aquí ya??. Pero en seguida vino para mí corriendo. Después hicieron lo mismo algunos de los niños... todos a mi alrededor como los patos en el parque cuando vamos a darles de comer. Norah a mi pie, preparada para levantar la pierna en caso de que se acercara alguno mucho (como hace con los patos).

Así que después de la presentación que me hizo Maite, busqué un sitio para sentarme. Norah siempre a mi lado. Algunos estaban ya a su bola. Maite los llamó al orden y cantaron la canción esa que cantan para que todos guarden silencio y cierren la boca con una llave. 

Yo con la espalda pegada a la pared para evitar los ataque por la retaguardia que se nos pudieran escaparan a Norah y a mí. El resto de los niños sentados a mi alrededor... Algunos en primera fila todavía de pie sin dejar ver  a los de detrás... creo que era Hector... quien sabe, igual es el niño al que estaban grabando las pesadas del teléfono móvil.

Empiezo a hablar contando lo que iba a hacer y ya alguno también empezó a meter ruido y a distraerse, pero de repente saqué mis armas (los peluches y los dibujos) y volvieron a ser todos míos de nuevo. 

El cuento lo pongo aquí abajo para que lo podáis leer. Como veis es muy corto y en 3 minutos se cuenta. Así que para hacerlo más largo te inventas diálogos sobre la marcha o lo escenificas un poco. 

Al final yo creo que les gusto bastante. Muchos tomaron confianza y se acercaron. Otros intentaron robar los peluches y mi mochila. Menos mal que Maite estaba vigilando.

Así que después salimos todos al patio para colgar unas flores en unos porta-macetas improvisados con botellas de agua. Allí pude ver todos los Papás/Mamás que acudieron a la convocatoria: solo dos Mamís más.

Después Iván, uno de los profesores, hizo una flor con globos. Y después nos dijeron que teníamos que abandonar el recinto. Norah no se lo tomo muy mal y se despidió sin llorar.


Las Dos flores orgullosas (de Carlos Asorey)

En primavera el campo se llenó de flores de todos los colores.
-¡Cómo me gusta la primavera! –exclamó una margarita-. Gracias a nosotras, las margaritas, el campo está precioso.

A su lado había una hermosa amapola que le dijo:
-El campo está precioso en primavera, pero gracias a nosotras, las amapolas.

- No digas tonterías –replicó la margarita, ofendida-. Yo soy más guapa que tú, con mi corazón amarillo y los pétalos blancos. 
-De eso nada. Yo soy mucho más guapa. Tengo unos grandes pétalos rojos y muy buen olor.
Siguieron peleándose sin llegar a ningún acuerdo. Finalmente la amapola dijo:

-Te desafío a contar cuántas abejas se posan en cada una de nosotras. La que consiga más abejas será la flor más bella.

Las dos dijeron que habían ganado y siguieron discutiendo y tirándose de los pétalos.

De pronto una lagartija que tomaba el sol en una piedra dijo:
- ¿Queréis callaros?. No puedo descansar con vuestros gritos.
-Dinos, lagartija, -le dijeron las dos flores- ¿quién es la más bonita de las dos?
- Las dos erais bonitas antes, pero ahora estáis horribles con los pétalos arrancados. 
Las flores oyeron un extraño ruido: Ia, ia, ia,…
- ¿Qué ruido es ese?
- Es el rebuzno de un burro –contestó la lagartija.
-¡Qué animal más feo! 
- Pues tened cuidado- dijo la lagartija- porque los burros comen flores y cuanto más bonitas más le gusta comérselas.
 El burro se acercó a las flores.
- Oye, burro, si tienes hambre cómete a la amapola.
- No le hagas caso. ¡Cómete a la margarita!, que ella dijo que era más bonita.
- Estas flores parecen deliciosas- dijo el burro-. Voy a comerme a las dos.
De repente, una abeja picó al burro en una oreja y se fue al galope.
- ¡Qué suerte!. –exclamó la margarita- nos hemos salvado por los pelos, digo por los pétalos.
- Hemos sido tontas. No debemos pelear más ni ser tan orgullosas.
Desde entonces las dos flores fueron muy buenas amigas.


martes, 17 de marzo de 2015

Jekyll y Hide

Norah presente dos personalidades bastante diferentes en función de la confianza que tengan con ella los que le rodean en ese momento. Dicen que "donde hay confianza da asco", pues en este caso es algo parecido. Norah con sus padres actúa de una manera que no hace ni en la Guardería ni con los abuelos hace unos meses. El caso es que con los abuelos ha ido ganando confianza gracias a que alguna semanas que Norah está malita y no puede ir a la Guardería se ha pasado toda la mañana o todo el día con los abuelos... y eso inevitablemente hace que ganes confianza :)

Es normal que Norah, como niña pequeña que es, intente "probarnos" y ver cómo reacciona la gente a determinados actos que ella realiza. Por eso muchas veces tira los cubiertos al suelo mientras está comiendo, nos salpica con agua cuando se está bañando o se tira al suelo cuando se molesta por algo. Porque sabe que todo eso provoca una reacción en nosotros y que normalmente nos molesta y de esa manera quiere "molestarnos" cuando hay algo que a ella le molesta también.

Sé que no hace eso cuando está con otra gente. No lo hace ni en la Guardería ni cuando hay gente desconocida con nosotros. Sí lo empieza a hacer con los abuelos, que en ocasiones los pobres se quedan sorprendidos de cómo la adorable Norah puede cambiar y dejar de ser Mr Jekill (junior) para pasar a ser Mr Hide (junior) que da patadas, se tira al suelo y llora como una loca.

Alguna vez ha pasado que dando un paseo se enfada por algo y quiere tirarse al suelo para protestar pero en ese momento se da cuenta de que un perro viene hacia ella o que alguien le dice algo. En ese caso aborta la operación de besar el suelo mientras llora desconsoladamente y lo sustituye por un Papá o Mamá cógeme que viene el perro ese o que este señor me ha dicho algo.

Ayer fuimos Sari, Kris y yo a recogerla a la Guardería. Mamá fue quien entró esta vez dentro a por ella, mientras Kris y yo esperábamos fuera. Al salir, Norah me miró a mí, se le puso cara de alegría... pero vio que Kris estaba a mi lado y frenó su reacción. Yo me acerqué con los brazos abiertos y ella, poniendo esa cara de sonrisa aguantada, se me acercó para al final salir corriendo y saltar hacía a mí. Después, me acerqué a Kris para que la saludara y ella se puso en modo "koala" con la cabeza apoyada en el hombro de Papá durante un buen rato. Después se le fue pasando la vergüenza y ya quiso andar e ir de la mano como siempre.

En ocasiones me recuerda un poco a cómo era yo de pequeño, que me daba bastante vergüenza las situaciones con mucha gente nueva o en la que tienes que hablar con alguien que no conoces... que coño todavía me pasa!!!!  Supongo que con la edad se irá arreglando :/


martes, 10 de marzo de 2015

Saltos, catarro, ayuda

Norah ya sabe saltar a dos patas; antes lo que hacía era como un intento de salto, primero un pie y luego el otro, pero ya sabe saltar con los dos pies a la vez. Ayer en el Centro de Salud en la sala de espera nos hacía saltar con ella.
Que por cierto, esa visita de ayer la llevó mejor que otras veces, incluso se dejó auscultar por detrás (es verdad que papá la entretenía con no sé qué del dedo). No era su pediatra habitual sino una mujer extranjera.
De esa visita se llevó antibiótico. Buf, 6 ml cada 8 horas durante 1 semana. Casi nada. Sin embargo, aunque ayer por la noche no se lo quiso tomar, hoy se ha tomado todas las dosis ella sola: le damos la jeringa con la dosis, va chupando bajando el émbolo (como cuando tomaba leche de pequeñina con el método dedo-jeringa), se lo toma toma y al acabar pide más! (por lo visto la amoxicilina sabe bien).
Por lo demás, estos días de catarrazo - bronquitis está comiendo regular, por decir algo… Leche sigue tomando, pero lo que es comer - comer… pues poco y mal. En fin, es verdad que cuando uno está malo y no tiene sentido del gusto pues no le apetece comer tanto.
Más cosas que va haciendo: le gusta mucho ayudar (casi siempre, si está jugando con su oso u otro amigo a algo importante a lo mejor no hace casi). Hoy en la compra iba cogiendo cosas y las metía en el carro (eso hace tiempo que lo venía haciendo); sobre todo se tiraba por los quesos curados (de hecho luego en la caja me he encontrado un queso que ni me había enterado de que lo había cogido). Luego en casa me ha ayudado a sacar la compra: me iba dando las cosas uno por uno para yo colocarlas. Cuando he intentado sacar yo algo me ha dicho que de eso nada, que lo de sacar era su tarea.

Ah, por cierto: que sigue preguntando todos los números de las casas, de los carteles de los vados… También señala ya cada vez más las letras y alguna se va sabiendo (A y B desde hace más de un mes, pero a menudo también la U o la E…).
Y ahora, por fin, desde hace un par de semanas, ya no necesita que se le lea el cuento de Frozen!: pasó por el momento Pinocho y Bambi, y ahora le gusta Dumbo… Sobre todo el ratón de circo Timoteo le hace mucha gracia (como el Duque de Weaselton en Frozen… es curioso cómo se fija en los personajes secundarios).

jueves, 5 de marzo de 2015

Norah tiene un mapa mental

Hoy cuando he ido a recoger a Norah a la EI ha pasado luego algo curioso. Cuando la he recogido, estaba contenta y ha venido corriendo hacia mí a abrazarme. Hemos ido al cajero a sacar dinero (ella ha querido meter la tarjeta en la ranura, teclear el número secreto, y darle a las teclas para indicar la cuantía a extraer del cajero). Luego me ha pedido de forma insistente pan, así que nos hemos acercado por el mismo lado de la avenida al chino a comprar una barra. Allá iba ella mordisqueando su pan, y pensaba yo que iríamos al parque o al centro comercial. Pero no, ha empezado a tirar de mí para otro lado por donde nunca habíamos ido ella y yo. Pues nada, la he seguido. Se ha puesto a señalar los números de las casas como hace siempre, pero aparte de eso parecía que sabía adónde iba (yo no). 
Luego, ha girado hacia la izquierda. Y decía "bol bol", daba una patada y decía "bummm". Me estaba llevando al polideportivo, donde ha ido en dos ocasiones con su padre a ver el fútbol o el baloncesto. Me resultaba alucinante que se acordara del camino, pero en fin, no es la primera vez… es capaz de acordarse de sitios donde ha estado sólo una vez hace meses.
Pues allá que hemos ido, a ver un rato a los niños entrenar el fútbol. Sabía perfectamente por dónde ir, aunque primero me ha llevado por un sitio del pabellón, luego ha dicho que no y hemos ido por otro lado. La verdad es que se ha cansado pronto y habremos estado como 10 - 15 minutos viendo los entrenamientos. 
Sin embargo, al contárselo a David por la noche me ha dicho que las dos veces que han ido allí, ha sido por dos calles distintas pero no por donde me ha llevado ella hoy. Y eso me resultado increíble, que haya sabido llegar a un sitio por un camino distinto que ella no conocía, porque implica un nivel de abstracción o de mapa mental o sentido de la orientación que no creo que pueda tenerlo ningún niño de menos de dos años.
Qué misterioso.