miércoles, 31 de diciembre de 2014

Digest: Diciembre 2014


En este post voy a poner sólo las cosas que tenía pendientes de escribir para que no se me olviden. No entraré a comentarlas con mucho detalle:

- A la hora de dormir, quiere relejarse viendo vídeos relacionados con Frozen desde el teléfono móvil. También le valen el cuento de Frozen que tiene que se lo sabe de memoria. Si no es nada de eso llora, muerde (marca... no llega a apretar), te pega o coge el movil y te lo tira fuera de la cama. (Ver Post: "Frozenmanía")
- Al salir de casa paseando, tira de mí para ver a Tobby, el perro del vecino.
- Se pone sola el body.
- Cuando ve la jeringa que utilizamos para darle los medicamentos, dice que es para la tos, señalándose la garganta y haciendo que tose
- Anima a Mamá corriendo la Sansilvestre desde la televisión.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Comunicación v1.0


Ya hemos contado un montón de veces que Norah ya es capaz de entender todo lo que le decimos, y además en ambos idiomas. De hecho, hay que prestar especial cuidado en las cosas que decimos porque muchas veces pensamos que no está escuchando o que no entiende y la verdad es que se está quedando con todo, lo que pasa es que la mayoría de las veces hace como si no escuchara... eso es hacerse la sueca no???

El caso es que ya trata de decir muchas palabras. Algunas palabras sí las dices completas (como "agua") aunque normalmente dice la última sílaba de la palabra original (como "sen" cuando quiere decir "Frozen" o "ven" cuando quiere decir "Sven"). Los monosílabos se le dan muy bien ("sí" y "no" suenan perfectos) :D

 Es cierto que la mayoría de las palabras las identificamos en español, pero también es verdad que aunque no lo creamos casi todos nosotros estamos pensando siempre en español y si dijera la última sílaba de una palabra finlandesa sería difícil identificarla. Es curioso que alguna vez ha utilizado palabras en inglés para referirse a pelota ("ball") y perro ("dog")... y probablemente algunas más que todavía no nos hemos dado cuenta.

Con la gente que tiene confianza, Norah trata de comunicarse a menudo y la fustra sobremanera cuando nos quiere decir algo y nosotros la miramos con cara de haba sin saber que nos quiere decir. En esos casos, se tira al suelo a llorar pegando la mejilla en el suelo como indicando que vaya mierda de familia que le ha tocado :D

Lo gracioso es cuando intenta decirnos las cosas haciendo mimo. Cuando quiere que le pongamos la tele para ver vídeos del Cantajuegos, se dirige a nosotros con los mandos de la tele y el appleTV, señalando la tele y bailoteando, a la vez que trata de articular algunas palabras en su idioma. Nosotros nos hacemos los tontos para conseguir que vuelva a hacer el gesto de bailar que es de lo más cómico. Al final, le decirnos: "Ahhh... que lo que quieres es ver vídeos de la tele para bailar!" a lo que ella responde asintiendo con la cabeza con una gran sonrisa como de "Misión cumplida!".

Los inconvenientes de la Independencia


El inconveniente de solicitar la Independencia y que ésta te sea concedida es que cuando tienes problemas es más difícil pedir ayuda a alguien, y si al final esta ayuda te es ofrecida, ésta suele llegar tarde y mal.

Eso es lo que le pasa a veces a Norah. Con su "Mmmmm-iiiiii!!!" muchas veces indica que no quiere que nadie la ayuden ha hacer determinadas tareas, como por ejemplo subirse a una silla, tirarse del tobogan o subir o bajar escaleras. Muchas veces lo hace de una manera tan rotunda, que con su insistencia consigue convencerte de que ella controla y no te acuerdas de que es un "comino" de unos 85cm y que hay cosas que todavía se escapan a su pericia. 

Todo esto a pesar de que ella suele ser bastante prudente en lo que subir y bajar escaleras se refiere, o tirarse del tobogan. Por ejemplo, desde la vez que se dio un coscorrón tirándose de un tobogán pequeño, siempre ha querido que le des la mano para descender del tobogán. 

El otro día se ve que se encontraba con valor suficiente, quizás por haber conseguido bajar por primera vez en su vida y con un poco de ayuda el mega-tobogán-grande-amarillo del parque de los patos. Así que estando con la moral por las nubes quiso atreverse con la nimiedad del tobogán pequeño y amarillo, que la verdad es que ya se conoce bastante bien por haberlo utilizado algunas cuantas veces. Esta vez en cuestión, no quería ni que la ayudáramos a subir, ni a bajar y mucho menos que le hiciéramos la cuenta de "uno, dossss y ... tres!" para animarla a tirarse. Esta vez estaba de subidón y quería hacerlo ella todo sola. Y pasó lo que pasó. Por alguna razón el tobogán esta vez estaba mucho más pulido que otras veces. Resbalaba un montón. Y la enana se paso de frenada... o mejor dicho frenó en seco... pero con el culo en el suelo!!! 

Justo después del instante del impacto... que por cierto su Papá grabo perfectamente con el móvil esperando tener un vídeo de su hija haciéndose mayor y demostrando al mundo (y al grupo de Whatsapp de Vauva) que puede hacer cosas ella sola.... como decía, justo después tendió la mano pidiendo ayuda y llorando, habiéndose dado cuenta en menos de un segundo de que no lo tenía que haber hecho sola. Pero claro, en este caso la ayuda llego tarde :(

No tardó en recuperarse e intentarlo de nuevo con el tobogán azul, que es más grande todavía y que, por cierto, también resbalaba demasiado. Pero esta vez, Papá que ya tenía las manos libres consiguió evitar otro culetazo :)

Norah y lo suyo


Desde la semana pasada Norah está comenzando a tener un especial interés en "marcar" lo que es suyo. Ella deja claro que algo le pertenece diciendo: "Mmmmmmm-iiiiiiii!!!"

Lo hace el bastantes situaciones, como por ejemplo:

- Cuando coges un juguete suyo. Ella te lo pide normal la primera vez y si no se lo das te dice "Mmmmmmm-iiiiiiii!!!"
- Cuando esta jugando con algo (un patito, una botella, la esponja, etc) en la bañera y piensas que ya es hora de salir de ahí y que los dedos de garbanzo vuelvan a su estado original. Le pides que te lo de y ella te dice "Mmmmmmm-iiiiiiii!!!"
- Cuando está intentado subir a la silla de la cocina de esa manera no muy ortodoxa que utiliza ella... tú sabes que se va a pegar un piñazo y te pones en posición de receptor de voleibol sabiendo que en cualquier momento vas a tener que tirarte y lanzar la mano para que la pelota no toque el suelo. Ella ve que adoptas tal posición y te dice: "Mmmmmmm-iiiiiiii!!!"
- Cuando está intentado hacer una construcción con las piezas del "mega-blocks" que le ha traído Papá Noël y tú, que ves que si sigue poniendo piezas en forma de torre sin la suficiente base se va todo al suelo, intentas intervenir para corregir la arquitectura de la obra y ella te dice: "Mmmmmmm-iiiiiiii!!!"

Sin embargo, no parece que sea una actitud generalizada, ni mucho menos que se haya vuelto egoísta de repente, pues por ejemplo cuando está comiendo ella siempre te ofrece parte de lo suyo. Es más bien una forma de reafirmarse y decir que eso lo puede hacer sola o que no le quites algo que tiene ella en ese momento.

Actuará del mismo modo en la guardería???

viernes, 26 de diciembre de 2014

¡FELIZ NorAhVIDAD!

Este año Norah está viviendo sus segundas Navidades. El año pasado era pequeñina, y quizá no se enteró mucho. Tuvo bastantes regalos, le gustaron (mucho) las bolas del árbol, fue a ver la cabalgata (aunque no le terminó de hacer mucha gracia). Se disfrazó de Papá Noël en la Escuela Infantil, y estuvo en el mercadillo navideño nórdico en la Iglesia Alemana. Lo contábamos con esta escueta nota en el blog:

"En las Navidades se lo ha pasado muy bien porque ha habido mucha familia por casa (la abuela Ruut, la tía Kris y el tío Juan, además de estar nosotros más en casa y ver a los otros abuelos, a la tita Raquel y a Andrés). Sus primeros regalos han sido su parque con 250 bolas!, su mono para el frío, la chaqueta hecha a mano de la abuela (con gorro y bufanda), varios libros, y un correpasillos. Le gustan mucho los libros: señala los dibujos con el dedo mágico y suelta su "aahhh" o lo que sea."

Normalmente ponemos el árbol con bastante antelación, pero este año la primera señal de Navidad para Norah ha sido… ¡la fiesta de Navidad de la escuela! Tocaba disfraz de pastorcilla: falda roja, camisa blanca y chaleco negro. Iba muy muy guapa. Los padres nos colocamos en un lateral del aula y los niños (los bebés iban de angelitos y los de 2 a 3 años de reyes magos, los compañeros de Norah de pastores como ella) fueron entrando con sus maestras con caras de agobio y llantos (no me extraña ante la cantidad de adultos bergantes fotografiándoles que había). Norah iba la última de su clase, seria, desconfiada y observadora como es ella (si alguna vez llega el Apocalipsis Zombie, mi hija podrá huir con nosotros siguiendo nuestras instrucciones). Se sentaron en el suelo, y empezó la música y ¡hale!, más ruido. Norah se mantenía sería pero llegó un momento en el que empezó a torcer el gesto, hasta que comenzó a llorar y se refugió con Maite. Luego ya se tranquilizó y nos saludaba con la mano (antes a mí no me había visto aunque a David sí) toda contenta, y llegó a ser la única que bailaba. Le cogía la mano a Daniela (que se dedicaba a acosar a Gabriel), le comentaba algo a Hugo (que pasaba de todo, como si no fuera con él)… 

Y ya esta semana nos hemos metido en materia. Desde el martes 23 tiene sus minivacaciones y  están aquí la abuela Ruut y además los abuelos Eugenia y David vienen a diario. En Nochebuena  Norah fue vestida TODO el día con un vestido de tonttu. A primera hora de la mañana, en el desayuno, se metió unos buenos bailoteos con villancicos finlandeses. Por la tarde pusimos el árbol de Navidad para su gran regocijo, sobre todo por las bolas que tiraba con ímpetu por el salón, aunque luego las colocó muy bien. Y después… ¡vino Papá Noël!, que efectivamente era papá. Sin embargo, entre el traje, la barba y el gorro Norah mostró el mismo temor y desconfianza que el Papá Noël desconocido que vimos en Illescas. Al principio no le quería aceptar el primer regalo, hasta que no se quitó la barba y el gorro. 

Luego ya sí quiso los regalos: lo primero, un Olaf de Frozen de 60 cm (como ella de grande más o menos). Fue muy emotivo ver lo contenta que se puso, diciendo "Olaf, Olaf, Olaf", dándole besos, abrazándolo, enseñándole sus libros… Luego los otros regalos también le gustaron mucho: un juego de construcción con bloques, un juego de puzzles y figuras, un puzzle de Frozen, un libro para aprender a contar, un forro polar, un suéter con bufanda hechos a mano, unas velas con renos, una pelota de Frozen. El abuelo David le ayudaba a abrir los regalos. Estaba entusiasmada!, y ahora juega con todas las cosas, y lleva a Olaf a todas partes.

Resulta que estos días está con tos y mocos, y como tenía laringitis con la voz súpertomada, le di una monodosis de Prednisolona… en buena hora!: aunque le mejoró la garganta, en Nochebuena estaba hipomaníaca por ello y se acostó más tarde que yo!, a la 1 de la medianoche. Estaba como cuando un amigo bebe un poco de más y está gracioso… pues así. Súperactiva, chistosa, graciosa, con una energía desbordante. Como endrogá. (Nota mental: intentar evitarlo en la medida de lo posible.) (Por cierto que el otro día le dio un súbito dolor de garganta y pidió subirse a la habitación, señaló el Ibuprofeno y nos pidió que se lo diéramos… y se lo tomó ella solita. Alucinante.)

En cuanto a las comidas de Navidad, le gustan mucho los joulutähti finlandeses (unos pastelitos de hojaldre en forma de estrella con mermelada de ciruela en en centro), unas galletas de jengibre caseras que hice (sin trigo ni azúcar), y también el arroz de navidad finlandés y el guiso de guisantes finlandés á la papá.

¡Aún quedan Navidades y familia que disfrutar!

viernes, 19 de diciembre de 2014

Norah y los ruidos

A pesar de que nuestra casa es de esas de fabricación "antigua" y los tabiques están hechos de ladrillo en vez de pladur, los ruidos que se escuchan de los vecinos son bastantes... y supongo que ellos también de nosotros. Además hay sitios de la casa, como el dormitorio y el cuarto de baño, donde se escuchan las voces, gritos, etc. con mucha más facilidad, por lo que es frecuente oir a los vecinos cuando están jugando, discutiendo o bañándose.

Norah ya desde pequeña prestaba especial atención a los ruidos elevados. Cuando va por la calle y oye una moto de estas que meten mucho ruido por el tubo de escape, siempre corre a tus pies y levanta los brazos para que la cojas.

Ahora de más mayor (20 meses), parece que también le presta atención a los ruidos no tan elevados. Por ejemplo, cuando vas por la calle y se oye un avión a lo lejos, ella siempre lo busca y lo señala. Lo mismo pasa cuando se oye un perro a lo lejos, o cuando oye el canto del mirlo por la mañana o por la noche. En estos casos se para, te mira y se da golpecitos en un lado de la cara con un solo dedo, como haciendo el gesto de que escuches para oír tú también ese ruido.

Es muy cómico verla en la bañera jugando con el agua, oír un ruido de los vecinos, y parar todo lo que está haciendo para mandarte callar haciendo el gesto del dedo en los labios tratando de hacer el "sshhhh" y seguidamente poniendo el dedo en el lateral de la cabeza señalando la oreja e indicándote que escuches. Tú lo escuchas, le dices que son los vecinos jugando, y ella continúa con lo que estaba haciendo :D

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Uhmaikä

Uhmaikä: así es como se dice en finés "los terribles dos" o "la edad de las rabietas" (uhma es como desafío, reto, pero con un matiz de testarudez, de llevar la contraria con rebeldía; ikä es edad). Se llama en castellano los "terribles dos" porque es típico que dé comienzo a los dos años. Norah en realidad viene teniendo rabietas ya desde hace meses; recuerdo alguna incluso del viaje de Finlandia. 
Pero sin duda es desde septiembre, a la vuelta de vacaciones, cuando las rabietas se intensificaron en frecuencia y potencia. Hay días en los que es la Norah encantadora, simpática, dulce y cariñosa de siempre. Y luego hay otros en los que empieza la mañana con rabietas, sigue con ellas tooodo el día (si no toca guarde) o al recogerla de la escuelita. Hay veces que la causa está clara: porque no se quiere vestir/cambiar el pañal/ponerse al abrigo-los zapatos/salir a la calle/entrar en casa… en fin, que es totalmente comprensible. Ya tiene voluntad propia, quiere ser independiente como ha descrito David en otras entradas… y vienen dos personas adultas (ma y pa) a los que quiere mucho pero que se emperran en que hay que hacer las cosas cuando ellos dicen y como ellos dicen. Y esas cosas no siempre coinciden en momento, forma ni fondo con lo que ella quiere. ¡Ay! Y entonces, hay veces que se cabrea muuuuucho. Se tira al suelo. No quiere ni que la toques. Llora. Chilla. Da mucha pena, la verdad. 
Otras veces no hay una causa clara, simplemente se cabrea porque sí y ya. Claro, no hay una causa clara que podamos entender nosotros, que para ella sí la habrá. 
Y eso, que hay días que ni una y otros que es toooodo una lucha. Y claro, si no es nada importante no pasa nada, pero si hay que cambiar el pañal o hay que vestirse pues… a veces es difícil. Normalmente en esas situaciones a veces recurrimos a distraerla o enseñarle un vídeo (y eso que estamos intentando deshabituarla de tanta tecnología, que ha llegado a tener auténtica adicción con los móviles sobre todo, lo que no es bueno para ella). Ahora enseñarle el cuento de Frozen ilustrado también suele ir bien. Yo le ofrezco cada x minutos: "cuando te tranquilices, te cojo y te leo un cuento". Al final cuando se cansa, pues ya accede a venirse conmigo.

En realidad, lo de tener rabietas es bueno, forma parte del desarrollo normal de cualquier niño en la formación de una personalidad independiente. Y está bien. Aunque es agotador. En realidad la rabieta es mucho peor si nosotros respondemos mal. Entendiéndola y sabiendo que ella lo está pasando peor en ese momento ayuda a llevarlo mejor. Aunque a veces se hace un poco duro, sobre todo cuando se tira por los suelos y da la impresión de que se va a hacer daño. 
Y es que en realidad, forma parte también de un desahogo de todo lo que implica crecer y hacerse mayor. En la guardería no las tiene. ¿Con quién se va a desahogar entonces, si no con aquellos con quienes tiene más confianza, y quienes sabe que la van a querer siempre siempre? Que tenga las rabietas con nosotros es una señal de apego seguro. 

Aun así, cuando se acaben, no creo que las echemos de menos. Salvo quizá cuando sea adolescente.

Lo que Norah dice

Norah habla mucho, mucho, desde hace bastante. El problema es que la mayoría de las veces no entendemos lo que nos dice. Y eso que a veces suelta unos discursos larguísimos, se ríe con lo que cuenta, o bien parece que quiere aleccionarnos, gesticulando como si nos estuviera echando la bronca. 
Hasta hace muy poco sólo decía "ma" o "mamá" (a veces äiti) o "pa" o "papá". 
Pero en el último par de semanas ya dice bastantes cosas. Agua lo empezó a decir hace bastante. El "no" (siempre en español) le sale con ganas, es un no rotundo, que deja claro lo que quiere decir: "NO". O "nononono". A veces lo acompaña con un gesto de rechazo con la mano o todo el brazo. Desde hace unos días menos mal que a veces dice también "sí" (sí quiero cenar, sí quiero que vengan los abuelos, sí me doy besos con Hugo!…). 
Lo de repetir las cosas también lo va haciendo aunque normalmente no sea la palabra entera. Salvo con los monosílabos. Cuando le señalé la luna como tantas otras veces y le dije "kuu" y me repitió "kuu", fue muy emocionante. Ahora se acuerda siempre de que es "kuu". También dice kala, isi, äiti.
Yogur la verdad es que no sé en qué idioma lo dice, pero se entiende que es yogur o "jogurtti". También dice Hugo, Clara,… y por supuesto, "Norah", aunque esto es como un "NOrAh", con la R que apenas si se adivina. En cualquier caso, pide que dibuje a pa, a ma y a Noa, que es ella.
A veces canta un poco con nosotros o ella sola, y dice también cosas mientras canta. Pero lo hace como bajito, con cuidado, como si no quisiera que la escucharan o como si le diera vergüencilla.
La verdad es que tenemos ya ganas de entender lo que nos dice. No sé si se frustra más ella porque no la entendemos o nosotros por no entenderla.

martes, 16 de diciembre de 2014

Independencia!!! (II)

Hoy ha sido la primera vez que Norah ha pedido directamente meterse en la cuna mientras tratábamos de dormirla. 

Norah hoy tiene 20 meses y 21 días (si las cuentas no me fallan) y todavía la dormimos en compañía. Es decir, que todos los días, uno de los dos o los dos, después del baño nos acostamos con ella mientras se toma el biberón en la cama. Tras terminarse el biberón, depende del sueño que tenga, ella suele dar vueltas, contar cosas (que todavía no terminados de entender del todo), tocarnos las manos y la cara, etc.

Hay mucha gente que piensa que no es la mejor forma de educar a un hijo... eso de acostumbrarlo que un adulto esté con él a la hora de dormir no suele estar bien visto... Sin embargo, nosotros no lo vemos de esa manera. Para mí es uno de los momentos más bonitos del día, un momento íntimo en que uno de los padres acompaña y comparte con su hijo los últimos momentos del día, y que se aprovecha para contarle una historia (que no tiene que ser un cuento ni nada parecido), recordarle todo lo que ha hecho en ese día o explicarle lo que va a hacer al día siguiente. 

La verdad es que al principio era un momento un poco más difícil, ya que la niña no siempre se dormía fácil y había que utilizar determinadas estrategias para conseguir que se durmiera. Pero según se va haciendo más mayor, esta tarea se va volviendo cada vez mas sencilla. Ella ya sabe perfectamente lo que hay que hacer. Sabe que después del baño siempre toca ponerse el pañal, echarse cremita para lo de la dermatitis atópica, ponerse el pijama, colocarse en el medio de la cama con la cabeza en la almohada, pedir el biberón a Papá, tomárselo e intentar dormir. Esto no significa que no haya días que sean difíciles y a lo mejor no quiere ponerse el pijama o el pañal. Normalmente esto se suele deber a que ese día está más cansada de lo normal y a ella también se le hace duro. Pero por lo normal ya tiene la rutina tomada.

No curioso es que hoy, que era uno de esos días que ha tardado en dormirse, después de dar unas cuantas vueltas por la cama, después de haber repasado las partes de la cara de Papá y de Mamá, después de taparse y destaparse con el edredón y después de que Papá haya intentado contarle su versión particular de "Frozen", Norah le ha dicho a Mamá que pasaba de nosotros y que quería meterse en la cuna. Ha sido sorprendente para nosotros porque no recordamos que ningún otro día lo haya hecho. Así que Mamá la ha cogido y la ha metido en la cuna, y hemos seguido metidos en la cama acompañándola para que se sintiera bien. Se ha tapado, se ha destapado, ha dado un par de vueltas y al cabo de unos minutos ha dicho algo así como "Mamá, cógeme que esto no ha funcionado". Así que ha vuelto a su lugar en la cama grande, y a los pocos minutos ya estaba dormidita. 

Ha sido gracioso que haya pedido por sí misma cambiar de sitio para dormir, lo cuál indica que ella sabe bien cuál es su sitio y que se esfuerza para conseguir hacerlo sola. 

Y es que el caso es que hoy también se ha empeñado en cenar sentada en una silla normal, de las que usamos Papá y Mamá, pero lo revelador es que ha querido subirse ella sóla... y podéis imaginar que subir a una silla que te llega a la altura del pecho no es tarea fácil. Para bajar, tampoco quería ayuda... y no se te ocurra dársela porque se pilla unos rebotes del quince.


sábado, 13 de diciembre de 2014

Norah y las tareas domésticas

Una de las cosas que Sari siempre dice es que debemos enseñar a Norah a que nos ayude a realizar las tareas domésticas. No con el objetivo de que nos descargue de cosas que hacer :)  sino porque es una forma de que ella se entretenga, que aprenda que en casa también hay que hacer determinadas tareas, de que hagamos algo juntos en familia. Así que desde pequeñita siempre nos ha visto cómo poníamos la lavadora, recogíamos la ropa, la tendíamos, la volvíamos a recoger y la doblábamos. 

Como digo, nunca ha habido ninguna intención de que ella empezara a hacer las cosas por sí misma. Pero la semana pasada, concretamente el día 3 de Diciembre (hay video grabado con móvil), nos sorprendió queriendo hacer la colada. Cogió el cubo rojo con la ropa sucia, abrió la puerta de la lavadora y fue cogiendo una por una las prendas que estaban en el cubo para meterlas delicadamente dentro de la máquina. Cuando terminó intentó cerrar la puerta de crista, que le costó un poco porque estaba más dura de lo habitual (claro! la lavadora estaba llena de ropa!) y apretó el botón de encendido. En ese momento ya tuvimos que intervenir, porque se saltó los pasos de introducir el detergente y el suavizante (si es el caso)... claro que también es verdad que todavía no llega a abrir el cajón del depósito porque es muy alto para ella :D Así que después de hacer esto, le dijimos qué programa había que poner y que tecla había que apretar para que empezara... y así lo hizo.

También nos ayuda a tender la ropa, sacándola del cubo y ofreciéndonosla para que la tendamos. Después cuando está seca la volvemos a meter en el cubo y la llevamos a una habitación para doblarla. Ahí descubrimos que Norah también es capaz de reconocer a quien pertenece cada prenda. Coge unos gayumbos de Papa y dice: "Paaaa!". Coge una camiseta de Mamá y dice: "Maaaa!". Incluso con los calcetines acierta! 

Una cosa que le encantaba de pequeña, cuando todavía no se tenia en pié era que doblásemos las sábanas encima de ella. Nosotros subimos y bajamos la sábana o la funda de edredón para que la tela caiga sobre ella y la cubra entera... y después la subimos para descubrirla. Siempre le ha encantado y se ha partido de risa. Sin embargo, parece que ahora no lo disfruta de la misma manera. Sí le gusta y también se ríe pero parece que se cansa antes... Igual ya empieza a sentir vergüencilla de las tonterías que hacen sus padres  :/

jueves, 11 de diciembre de 2014

Independencia!!!

Parece que Norah empieza a tener necesidades de independencia. Por primera vez en mucho tiempo y desde las primeras veces que empezó a tirarse en tobogán (... y se dio un coscorrón), hoy ha querido tirarse ella sola del tobogán.

Ha sido en  un parque que hay cerca de la Biblioteca. Nos había tocado por sorteo poder ir a un cuentajuegos que celebraban, así fuimos un poco antes para dar una vuelta por allí. Y muy cerca hay un parque con unos columpios un poco para niños mayores. El caso es que había un tobogán bastante alto y diferente a los que Norah suele usar, pero la hemos subido a una plataforma (que a mí me llega a la altura del cuello) y desde donde había una especie de canal metálico que hacía las funciones de tobogán. Pues "La Enana" se ha sujetado de una barra a la que casi no alcanzaba, se ha sentado y ha empezado a arrastrar el culo para tirarse. Yo le he ofrecido mi mano y ella la ha rechazado enérgicamente como diciendo "no me avergüences delante de estos niños". Eso si, me ha pedido que le ayude a contar "Uno, dos y tres", mientras ella acompañaba con golpes de su mano derecha (como si estuviera contando también). 

Así que al final se ha tirado por el tobogán como si lo llevara haciendo toda la vida, pero eso sí, esta vez sin ninguna ayuda de sus Papis.