martes, 27 de enero de 2015

Digest: Enero 2015


En este post voy a poner sólo las cosas que tenía pendientes de escribir para que no se me olviden. No entraré a comentarlas con mucho detalle:

- Distingue los colores básicos. Le preguntas dónde está el color rojo, azul, amarillo o verde y acierta siempre.
- Reconoce algunos números.
- Cuenta del 1 al 10 con ayuda, pronunciando algo como así: "no", "to", "tes", "to", "ico", "sesi", "ete", "oto", "eve" y "des".
- Se consigue quitar el abrigo de plumas y la braga del cuello y le da mucha ilusión. Pero al día siguiente le digo que lo vuelva a hacer delante de Mamá y se fustra sobremanera al no conseguirlo o si intentas ofrecerle algún tipo de ayuda. Dice: "laaaaaa" (que significa "sola"). Se enrabieta mucho y es difícil sacarla de ese estado.
- Se tapa la nariz y dice "agggg" al pasar al lado de plantas que le acaban de echar abono.
- Va al Guardería sin dejar que le des la mano, sube las escaleras ella sola, entra sin pedir que la cojas, va a su clase y me da un beso sin quejarse.

martes, 13 de enero de 2015

Navidades (y 2)

Ya pasaron las vacaciones. En Nochevieja la tía Raquel y yo fuimos a correr la San Silvestre (bueno, yo no podía ir muy rápido por la falta de entrenamiento así que más bien trotaba como podía). Norah vio con papá y la abuela Ruut parte de la carrera por la tele, y hay un vídeo que atestigua cómo me animaba desde casa (incitada por David): maaama, maama, maama,… bailando y moviendo muchos los brazos. Algo de esa energía me llegó puesto que conseguí (acompañada por Raquel) llegar al final. 
Aunque luego Norah estaba entusiasmada, a las 22 h empezó a mostrar signos de cansancio a pesar de su larga siesta de 3-4 horas, y esta vez se quedó sin ver el tema de las uvas. 

Un par de días más tarde vino más familia de visita (las tías Kris y Terhi con Juanito-setä). Aunque como los ve poco los suele extrañar, ya aceptaba jugar un poco a la pelota con ellos e incluso se dejaba dar algún beso. Un día fuimos a comer y ella se sentó en la mesa como una persona mayor, comiendo jamón, queso, un poco de esto, otro poco de aquello, un al final, un cono de helado. Cuando llevaba un rato con él, ya lo movía por todas direcciones con seria amenaza de manchado para mi ropa o la de la tía Terhi. Aprovechando un despiste, David quitó el helado del cono de papel; al rato Norah se giró presta a seguir comiéndoselo y ¡había desaparecido! La pequeña Norah se quedó estupefacta y empezó a buscar su helado por todas partes: debajo de la mesa, preguntando a la gente… No se enfadó, más bien era como si hubiera sido testigo de un acto de magia inexplicable.
Y ya quedaba poco para… los Reyes! Norah fue a su segunda cabalgata de Reyes. La vio en brazos de la abuela Eugenia y le iba gustando (sobre todo la de Frozen con un gran Olaf saludando) hasta que ¡caramelazo! en toda la cara. Comenzó con su gesto de "comisuras de la boca hacia abajo" y empezó a llorar y se vino a mis brazos. Casi no quiso quedarse a ver las carrozas de los Reyes pero al final se relajó y sí que los saludó con la mano. A casa volvimos corriendo a sus órdenes, parando cuando lo indicaba y corriendo tras ella cuando así lo decía. Claro que unos pajes de los Reyes se adelantaron para que Norah también tuviera sus regalos: una bicicleta!, un Sven de madera que le gusta mucho (bueno, en realidad es un alce), una silla - huevo azul (como las de la EI), un libro con una historia nueva de Frozen y un suéter de Frozen, un diploma de "mejor nieta del mundo" y una pizarra borrable.

En fin, unas Navidades que a mí me han gustado más que en muchos años, porque Norah se lo ha pasado muy bien, nos hemos reunido las familias y ha habido descanso, comidas, árbol, reno luminoso, cabra de avena, galletas de jengibre sin gluten,… Pero como digo, sobre todo porque con Norah y su ilusión por todas las cosas parece que se disfruta todo más. Y eso que decidimos que este año nada de regalos de Navidad (que la crisis también afecta a Papá Noël y a los Reyes aunque al final algo dejaron éstos), pero cada regalo que le hacía ilusión a Norah a mí me hacía feliz. 

viernes, 2 de enero de 2015

Las jeringas


Con tan solo 2 días de vida Norah ya conoce como son las jeringas. Entonces su uso se limitaba a la alimentación, ya que siendo pequeñita no se llevaba muy bien con los pechos de Mamá y no conseguía extraer suficiente leche que la saciara, a pesar del doloroso esfuerzo que su madre realizaba para poder alimentarla. Por lo que al final la única solución fue utilizar una jeringa con unas cánulas largas que se introducían en la comisura de la boca de la pequeña Norah mientras con el la yema del dedo meñique se le provocaba el reflejo de succión. La fuerza con la que Norah chupaba era tanta como que era capaz de bajar el embolo de la jeringa en cada succión... prueba a hacerlo tú y verás lo difícil que es hacer eso.

Después de diagnosticarle a Sari su "intolerancia" al gluten, fue necesario realizarle los correspondientes análisis a Norah por el gran componente hereditario que este tipo de procesos tiene. Así que en esta ocasión también fue necesario utilizar jeringuillas para extraerle sangre para un número interminable de probetas de análisis. No se me olvidará nunca aquel día en la que hicieron falta dos enfermeras, Mamá y Papá para conseguir inmovilizar a un bebe de 16 meses para clavarle una pedazo de aguja en aquel brazito pequeño

Y bueno, como es normal en todos los niños, también se han utilizado jeringuillas cuando hemos tenido que ponerle la correspondientes vacunas. Por suerte, y por ahora no ha sido necesario el uso de jeringuillas para otro tipo de menesteres.

Actualmente todavía hacemos uso de jeringas cuando tenemos que administrarle algún tipo de medicamento que, por lo general, en bebes son todas líquidas. De manera que cuando Norah pilla algún proceso catarral le damos ibuprofeno y/o antiestamínicos según corresponda. El caso es que hay momentos en los que acepta con relativa facilidad tomarse la medicina abriendo la boca o cogiendo ella misma la jeringa para llevársela a la boca, y en otras ocasiones hay que "engañarla" al despiste cuando abre la boca justo antes de tomar el biberón, o simplemente cuando se niega en rotundo, esperar a que abra la boca cuando llora.

Norah ha aprendido que siempre que está mala vienen Papá o Mamá y le dan un líquido rosa. Pero lo  más curioso es que el otro día, después de atravesar uno de esos procesos virales en los que tiene muchos mocos, catarro y pitos en el pecho, parece que Norah seguía sintiéndose mal y nos pidió que la subiéramos a la habitación. Una vez allí nos señaló el lugar encima del aparador donde guardamos las medicinas que le damos a ella. Y cuando se la enseñamos señalo la jeringa como pidiendo que le diéramos un chute para ver si se sentía mejor :D 

También, ayer mientras poníamos un poco de orden a las cosas que había en el cuanto de baño, Norah vio una de las jeringas estas y la pidió coger. Cuando se la dí, se señalaba la garganta y hacía como que tosía... indicando que las jeringas esas se usan para eso!!! Sari y yo nos quedamos flipando.