domingo, 31 de enero de 2016

Digest: Enero 2016


Pues estas son las cosas que han pasado durante el mes de Enero de 2016:

- Empieza a soltar bucles de POR-QUE's. Por qué esto? Por qué lo otro? Por qué ...?  por quéeee ...? A veces parece que no busca respuestas, sino que busca reacciones.

- Le gusta que sea yo el que vaya a la cama con ella y le lea el cuento y así es como se suele hacer. Un día, mientras estábamos en la cama, que tenía que yo tenía que hacer cosas por la noche y que le dije que necesitaba ir a estudiar me dijo: "Papa, hoy he sido buena. Tu quédate conmigo a leer el cuento y Mamá que se vaya a estudiar". (7 enero)

- Le encanta que hagamos figuritas en la pared con las sombras de las manos. Ahora además del cuento hay que hacer figuritas también, no siempre en el mismo orden. Habla con ellas e incluso le cuenta cosas como, por ejemplo, lo que ha hecho con los abuelos. (13 enero)

- Utiliza la expresión "me entanta ... " cuando quiere decir que le gusta mucho algo. Osea que la usa bien :)

- Le enseña entusiasmada los cambios que hemos hecho en la casa, como el poster del arbol del salón y el cuadro de fotos que hay en el hall de la planta de arriba. (12 enero)

- Le encanta el chocolate y como nunca es suficiente siempre pide más. Cuando le das uno y se lo termina te pide más y cuando se lo vas a dar pone cara pillina, como de sonrisa de exito que no puede reprimir. (18 enero)

- Un día le estaba echando la bronca porque no quería darme las tijeras de mayores y de repente indignada dice que no la grite. Mamá interviene y le explica lo peligroso que puede ser y al final lo entiende... y termina entregándole las tijeras a MAMÁ... con Papá ya lo quiere nada :(  (21 enero)

- Estando en el parque dice que quiere que yo le haga unos montículos con arena del suelo y le digo que no lo voy a hacer eso porque no lo quiero ensuciarme las manos. A lo que me responde, que los haga con el pié. (21 enero)

lunes, 25 de enero de 2016

Norah en Navidad

Éstas han sido las terceras Navidades de Norah. 
El primer año no es que se enterara mucho del tema. Sí que lo pasó bien, sobre todo con el tema de las bolas rojas de decoración, y jugó con sus regalos... pero todo el jolgorio no le quedaba muy claro. O así lo recuerdo ahora, habría que ver qué escribimos en su momento que para eso lo tenemos. De eso 2 años pone que ya comía yema de huevo, se ponía de pie sola en la cuna, daba pasos con ayudas, lo señalaba todo con su dedo mágico, cogió un berrinche gordo al quitarle David una cosa de la mano, decía adiós con la mano, hacía amago de dar palmadas, decía papapapa mamama tatata tätätä y cantos heavies y líricos, se arqueaba para meterse en el carro y la trena, tenía 3 dientes. Sobre las Navidades en concreto escribí esto:
"En las Navidades se lo ha pasado muy bien porque ha habido mucha familia por casa (la abuela Ruut, la tía Kris y el tío Juan, además de estar nosotros más en casa y ver a los otros abuelos y a la tita Raquel). Sus primeros regalos han sido su parque con 250 bolas!, su mono para el frío, la chaqueta hecha a mano de la abuela (con gorro y bufanda), varios libros, y un correpasillos. Le gustan mucho los libros: señala los dibujos con el dedo mágico y suelta su "aahhh" o lo que sea."
Recuerdo además de ir a la Cabalgata y que el ruido y la gente no le hicieron mucha gracia. Además estaba medio lloviznando y hacía frío.

El año pasado ya se metió más en el ambiente. Le gustaba el árbol, se volvía loca bailando villancicos... Papá Noël / Joulupukki le dio mucho miedo pero sí que le gustaron los regalos. Olaf fue un regalo de Joulupukki del año pasado. Ya disfrutó algo más la Cabalgata de los Reyes, y de los regalos también. Ah sí!, y le dieron un caramelazo en la cabeza en la Cabalgata. Y en Nochebuena como tenía mal la garganta le di Estilsona y se puso hipomaníaca... jugando y riendo hasta las mil. Me acosté yo antes que ella.
Sobre las Navidades del año pasado hay dos entradas en el blog:
http://cosasdenorah.blogspot.com.es/2014/12/feliz-norahvidad.html ... un extracto: "aunque le mejoró la garganta, en Nochebuena estaba hipomaníaca por ello y se acostó más tarde que yo!, a la 1 de la medianoche. Estaba como cuando un amigo bebe un poco de más y está gracioso… pues así. Súperactiva, chistosa, graciosa, con una energía desbordante. Como endrogá." 
http://cosasdenorah.blogspot.com.es/2015_01_01_archive.html ; como extracto: "La vio (la cabalgata) en brazos de la abuela Eugenia y le iba gustando (sobre todo la de Frozen con un gran Olaf saludando) hasta que ¡caramelazo! en toda la cara. Comenzó con su gesto de "comisuras de la boca hacia abajo" y empezó a llorar y se vino a mis brazos. Casi no quiso quedarse a ver las carrozas de los Reyes pero al final se relajó y sí que los saludó con la mano."

Este año en la EI Norah se disfrazó al igual que sus compañeros, esta vez de galleta de jengibre (el primer año fue de Joulupukki y el pasado de pastorcilla). El caso es que le hacía mucha ilusión disfrazarse y se miraba en el espejo como diciendo "si es que la que es guapa...". David tuvo la suerte de ver la representación y su posterior fiesta. 
Luego en Nochebuena vino de nuevo el mismo Papá Noël del año pasado. Norah lo miraba entre la sorpresa, la incredulidad y la timidez. Accedió a darle un beso y un abrazo. Se repartieron los regalos y Joulupukki se fue. Norah entusiasmada se puso a abrir los regalos: la Mona Monita y un carro para la misma, un puzzle de Winnie Puh, calcetines y un pijama (que apartó con un gesto de "No me puedo creer que esto se considere un regalo") y un vestido de Anna. También el libro de Arlo y otro de pegatinas. Y un belén de Playmobil.
Cuando llevaba algún regalo abierto, haciéndose la indiferente de repente señaló a David y dijo "Papá, tú eras Papá Noël". Hicimos como que no la habíamos escuchado hasta que lo repitió una segunda y una tercera vez. Ahí ya le decíamos que no hombre, que cómo iba a ser su padre Papá Noël. Buf, luego lo volvió a decir y al día siguiente también... Espero no haberla traumatizado para el resto de su infancia. Es que en Finlandia va Joulupukki a las casas y yo lo recuerdo como algo muy bonito y simpático. Es una de las pocas cosas de Finlandia que le podemos aportar como costumbre.

El resto de las Navidades pasó en familia, con algunos días de guardería. Ah, y con la tristeza de haber acabado el calendario de adviento casero que le hice y en el que los duendecillos dejaban un detalle cada noche. Cuando volvió a casa el día 26 y vio que ya no estaba el calendario de adviento dijo: "Estoy muy triste, ya no está el calendario de adviento y no vienen los duendecillos." Suerte que se animó en cuanto le recordamos que los Reyes Magos estaban por venir.

Luego en Nochevieja sí vivió sus uvas por primera vez. Durmió una siesta laaarga y llegó hasta la medianoche y se comió sus uvas de la suerte. Estuvimos todos en familia: abuelos (incluyendo a Ruut-mummi), las 3 tías y el tito Juan. Y nosotros 3, claro. 
La Cabalgata de Reyes también le hizo más gracia esta vez, aunque se pasó la mitad del tiempo protegiéndose la cabeza con una mano en cuanto empezaron a tirar los caramelos (que por supuesto no comía porque "tienen mucho azúcar, buaaaggghhh"). Al día siguiente ya fuimos a casa de los abuelos (porque los Reyes, los muy despistados, habían dejado ahí los regalos - igual que Joulupukki había dejado unos libros de emociones de colores y una cubertería de Frozen con Ruut y las titas). Los Reyes le trajeron mucha ropa, una caja registradora (con lo que ya tiene dos, y le gustan mucho!), un castillo para meterse dentro, un futbolín - billar... en fin, muchísimas cosas.

Sin duda el año que viene Norah ya recordará muchas cosas de las Navidades y las esperará con ilusión. Digo lo mismo que el año pasado: hace mucha más ilusión vivirlas a través de la experiencia de un niño que del consumismo habitual en esas fechas. 

domingo, 3 de enero de 2016

El primer cine

En general intentamos (lo hemos intentado siempre, es un tema que sobre todo a mí me preocupa mucho) que Norah no vea mucho la tele ni pantallas en general. Al final es casi inevitable que vea algo. Le gustan mucho Peppa Pig y Dino Train. Y de películas se habrá visto Frozen como 100 veces y Robots muchas también. Pinocho también le gusta. 
Sin embargo, es obvio que aún no había podido ir al cine. Sí, habíamos ido a los cines del pueblo a ver tres musicales, a saber:
-Los Zascanduri, allá por mayo. Ante su asombro y miedo inicial acabó pasándolo muy bien. Hasta David y yo nos reímos por los guiños a los adultos que había en formato canciones de la juventud de los viejóvenes que acompañábamos a nuestros retoños. 
-Pinocho: 3 muchachas que eran no sé qué de azúcar y tal (cosa que a mí me horroriza, pero en fin...). Vino la tía Raquel y aquí también nos reímos todos. Algunos, de mí.
-La abeja Maya: con una parte de circo muy buena que nos gustó a los tres y otra de muñecos con playback que era un pestiño. En cualquier caso Norah se arrancó a bailar y también le gustó.

Hoy hemos considerado, tras darle vueltas desde hacía un par de meses, que la idea de cine + Norah + dinosaurios PODRÍA ser factible. Le explicamos que el cine era una sala de teatro (como cuando vimos la Abeja Maya) con una pantalla como una tela muy grande, y que veríamos la peli de Arlo (que ya sabía quién era porque tiene el libro). Allá que fuimos. Le pusimos su alzador que luego no quiso, hasta que vio que sin él no veía y ella sola fue a buscarlo. Previamente hizo su sesión de fotos en el Photocall posando como una profesional de la farándula. 

Al principio hubo un par de anuncios, incluyendo uno de la guardería para su mayor asombro. Pero oh!, entonces pusieron un corto infame con MUCHO ruido, monstruos...Norah estaba auténticamente aterrorizada. Le tapábamos los ojos y los oídos pero luego quería ver de todos modos... pero estaba pasando pánico de verdad. Así que le dije que mejor esperábamos fuera. Ahí me explicó que ella eso no lo quería ver, que daba mucho miedo y que ella había ido ahí para ver a Arlo, no monstruos que daban miedo.

Al rato entramos de nuevo y ya empezaba la película de verdad. En el principio salen los 3 dinosaurios bebé de sus huevos. Esto para Norah es algo familiar, no en vano tiene a su Nino (bueno, Nino 2 aunque para ella sea el mismo) que tardó varios días en salir del huevo. Y ahí comienza todo... más de hora y media de magníficas imágenes y de aventuras sin parar. Miedo, tristeza, alegría, dinosaurios malos, coscorrones múltiples, la muerte del papá de Arlo, tormentas... Norah lo vivía todo con extraordinaria intensidad. No perdió la concentración ni por un momento ni hizo amago de querer marcharse en ningún momento. Yo le cogía una mano y David otra. A ratos se inclinaba hacia mí, luego hacia David. Hubo momentos de bastante miedo, como cuando los pterodáctilos atacaban, o alguna escena de tormenta. Otros de enfado. Y alguno de tristeza.

En cualquier caso vivió la película con intensidad y la disfrutó. Aun así, fueron muchas emociones de distinto tipo y muy intensas en un corto espacio de tiempo y en un pequeño cuerpo con una pequeña cabecita. Tanto que cuando salimos de ahí lloraba de forma desconsolada, diciendo que estaba azul (triste), sin saber decir por qué. Luego nos acercamos a la tienda de juguetes y pareció que se relajaba un poco viendo las cosas. Aunque cuando fuimos al supermercado a ver los libros y a comprar manteca de cacahuete y ensalada, ya fue demasiado: las emociones, la falta de siesta, Ruut-mummi que se había ido hoy, los abuelos que no habían venido a visitarla.... Todo junto hizo que se enfadara, comenzada a mostrar cierta rebeldía y a llorar. No quería irse, así que papá la llevó en modo saco de patatas (luego en brazos hasta que la cogí yo). Tampoco quería ir en el coche, hasta que la metí. Ea, llorando hasta casa. Luego no quería salir del coche y se quedó ahí autocalmándose hasta dormirse. 

Al final consiguió sacarla papá a base de bromas. Tras la cena ha pedido de cuento el Viaje de Arlo. 

Quizá no ha sido una buena idea. O sí. Ella se lo ha pasado bien. Es cierto que es una sobrecarga de emociones, pero por otro lado... no es a diario. En su vida normal afortunadamente no tiene muchos sobresaltos salvo los de la obligada rutina. Y esperemos que así siga siendo. (Aunque ella viva las cosas con mucha intensidad, tiene unos pilares básicos de seguridad y amor que son importantes para cualquier niño. Tiene techo, comida, ropa, familia, sus amiguitos. Aquí no estamos en guerra, no somos refugiados. Y ojalá que no haya muchos problemas gordos en muuucho tiempo.) Así que quizá para ejercitar la resiliencia el cine de hoy haya sido un buen ejercicio.