Antes de nuestro esperado viaje a Finlandia, quedaban un par de semanas de Escuela Infantil y de trabajo por delante. En esas semanas, Norah continuó evolucionando y haciendo cosas nuevas cada día.
-Como para el viaje necesitaba un documento de identidad, fuimos a hacerle un DNI (que sale más barato que el pasaporte finlandés, y más sencillo). No tuvimos que esperar nada. Norah en principio no oponía mucha resistencia, hasta que… "Que me deje un dedo" - dijo la funcionaria. David le intentó decir que era mejor que el dedo lo colocara él o yo, pero la amable empleada, ducha en tales lides, dijo que no, que ella tenía mucha experiencia y que ya veríamos qué bien. Se mascaba la tensión en el ambiente. Norah observaba a la señora con desconfianza, y ésta le agarró la mano - BUAAAAAAAA… luchando a brazo partido con una nena de 10 kg, a duras penas consiguió la funcionaria capturar un trozo de huella digital de Norah, aunque visiblemente consternada por la intensidad de la reacción de nuestra hija. Después, todos nos tranquilizamos, y Norah salió de la comisaría con el DNI en la mano, toda orgullosa y contenta. Por cierto, con una foto en la que parece una niña (es que en las de carné suele salir rara).
-Pocos días más tardes, fuimos a Perales a la casa - parcela de Juan y Diego. Norah estaba encantada: árboles, pájaros, flores, bichos… Tampoco tenía un excesivo resquemor hacia nuestros amigos, aunque sin muchas confianzas. Curiosamente, el palo de lluvia no le gustaba (a pesar de que en la EI también había visto uno alguna vez).
-En junio tocó también la tercera visita a la peluquería de Norah, con gran ansiedad anticipatoria por nuestra parte (aunque intentando no transmitírsela a la susodicha). ¿Por qué tanto interés en cortarle el pelo?: como no se deja poner nada con facilidad en el cabello, o se quita las diademas y similares, y yo no es que sea muy apañada en accesorios infantiles de peluquería, se le metía el flequillo en los ojos constantemente. Así que tras algún intento infructuoso, finalmente pedimos cita y conseguimos que le cortaran el pelo. De nuevo, el numerito: hago la cobra, el escorpión, me retuerzo, chillo,… la peluquera sudó la gota gorda pero dejó a la nena guapísima con un flequillo cortito y el resto a la espera de mayor crecimiento para futuras trenzas y coletas (que no sé quién le hará pero bueno, ésa es otra historia).
-Estando David de viaje de trabajo a principios de mes en Praga, Norah y yo pasamos unos días agradables, alguno con los abuelos.
·Un día, bañándola, descubrió cómo quitar el tapón de la bañera. Se lo quedaba en la mano fascinada mientras el agua lentamente iba saliendo... Por cierto, que desde que hemos vuelto de Finlandia más o menos ya no la estamos bañando, ahora se ducha con nosotros. En la bañera se pone de pie, quiere coger la ducha y el chorro de agua... En la ducha se lo pasa mejor .En general le encanta el agua y los días de calor le gusta ir con la regadera y la manguera por el patio, mojarse entera, beber agua de la manguera y mojarnos a nosotros partiéndose de la risa. Por supuesto que también sabe perfectamente cómo regar las plantas.
·Otro día, yendo al centro comercial, habían quitado los gatos de la suerte del escaparate negro. Norah estaba muy confundida… hasta que descubrió que estaban todos juntos en el interior de la tienda, y se entusiasmó, agitando el brazo tal cual o lo hacen estos felinos dorados que tanto le gustan. Ya más adelante los gatos han estado en su sitio. De hecho, cuando le preguntas "¿Cómo hace el gato?", agita el brazo en vez de decir "miau"… cosa de no ver muchos gatos al natural, supongo.
·Esos días buscaba a papá constantemente en casa, llegando, subiendo al baño… y era una penita verle la cara de sorpresa/decepción/resignación/extrañeza cuando no veía a papá. Señalaba la silla, buscaba, miraba, decía algo...
-En casa, además de trastear y explorar por todas partes, ayuda cuando puede (además de a buscar cosas). Recuerdo la primera vez que me ayudó a tender la ropa: me iba dando las pinzas una a una para que yo tendiera. También me sacaba la ropa de la cesta (que previamente había colaborado en meter en la lavadora y también sacarla cuando ya estaba lavada). Una vez limpia y seca, ayuda a repartirla en sus montones respectivos... "dame la camiseta verde", y te la da... También es verdad que le gusta deshacer los montones de ropa doblada :) Aunque se tarde más es más divertido y ella se lo pasa pipa.
-Poco antes del viaje conseguimos la vacuna de la varicela. Ella ya sabe perfectamente lo que hay cuando vamos al Centro de Salud. En esta ocasión no era su enfermera habitual ni la misma consulta. Aun así, fuer acercarse a la camilla y se me agarraba cual garrapatilla o como un monito a su madre, llorando desesperada y señalando la puerta. Finalmente, no fue para tanto, quizá porque al ser subcutánea molestaba menos. Luego le dijo adiós con la mano a la enfermera. Unos días después le salieron algunos granitos que se fueron rápido, como vinieron.
-Una de las cosas que más le gustan a Norah desde hace mucho es la música. Desde hace meses tiene sus videoclips favoritos (no nos gusta ponerle la tele y a ella tampoco le gusta, pero sí los videoclips con música). Sus temas favoritos no es que sean "maravillosos" pero... (haremos un post de música específico). Lo bueno es que baila distinto según la música, y que no saca a bailar cogiéndonos de la mano!
-En la EI progresivamente va aumentando el grado de interacción con los compañeros. Un día, cuando fui a buscarla, estaba "hablando" con Álvaro y Gabriel. A menudo se dicen adiós con la mano, y a veces les he pillado "hablando". Alguna vez, si otro niño nos ve antes que ella, le dicen algo y entonces ella nos mira y se da cuenta de que hemos llegado. Por otro lado, hicieron el día de los abuelos (que fueron los abuelos de visita), el día del fin de curso con una camiseta especial... en definitiva, que ya se lo pasa bien en la EI.
Ea, es un chorizo de avances de junio... de antes del viaje! El viaje se merece su relato específico, como no podría ser de otra manera.